Fuera de un insignificante grupo de aguafiestas y gatafloristas, en el Congreso celebran el consenso logrado con los aumentos de las dietas.
Aunque el final feliz de la "paritaria" legislativa lleva las firmas de Amado Boudou y Julián Domínguez, el kirchnerismo se guardó. Tuvo el gesto de dejar que sean diputados opositores los que concurran a la televisión a defender la reparadora equiparación de nuestros legisladores con los de los países más avanzados. Sólo Domínguez aportó reflexiones acerca del servicio que este salariazo le prestó a la democracia, porque ahora, según explicó, la política no les quedará (¿más?) a los ricos y a los ladrones.
Pocos días antes el Gobierno le había abierto la Casa Rosada a la oposición, por fin, para que compartiera importantes anuncios de la Presidenta sobre Malvinas. Se denominó a esa visita política de Estado. Para políticas de Estado con consenso más acabado, véase el rubro salarios.


