Menudo problema enfrentaremos este año.
La fuga de capitales, con una fuerte tendencia de la gente a volcarse al dólar, tendrá nuevos alicientes para crecer.
¿Por qué? Pues, porque habrá menos dólares en el circuito económico. Es que las exportaciones tenderán a quedarse y las importaciones a crecer.
Preocupado por ello, el Gobierno está tratando de desalentar las importaciones. Y, así, está avanzando hacia el cierre de la economía, con medidas proteccionistas como exigir a quien importa que, por cada dólar que deba salir, exporte un monto similar.
Pese a que el Gobierno aspira a lograr un saldo en la balanza comercial para el año de 11.000 millones de dólares, la realidad es que, suena a fantasía. Tal como lo predicen las principales consultoras económicas, sería de tan sólo la mitad de ese monto.
Por ejemplo, recientes cálculos del IERAL, el instituto de investigaciones económicas de la Fundación Mediterránea, revelan que el saldo comercial sólo alcanzaría a $5000 millones. ¿Por qué esta menor estimación? Las razones serían que, como consecuencia de la sequía, habrá una reducción en las exportaciones de granos y de los subproductos de aproximadamente $2.700 millones. A ello se agregan los problemas de intercambio con Brasil más el déficit de energía que exige una enorme cantidad de dólares.
De esta forma, el superávit comercial bajaría de 10 mil millones de dólares, del año 2011, a 5 mil millones en 2012. Se proyecta para el 2012, a su vez, un monto por exportaciones 85 mil millones y de importaciones de 80 mil millones.
Vale destacar que las estimaciones oficiales establecían un ingreso de divisas por exportaciones agrícolas (en granos y subproductos) del orden de los 28.000 millones de dólares. Recordemos que, en el año 2011, fueron de aproximadamente 25.000 millones de dólares.
Las estimaciones oficiales no sólo de la Argentina sino también de EE.UU. parecen estar fuera de la realidad.
Aunque el USDA piense en una leve reducción, la producción tendría una fuerte caída.
Veamos dos ejemplos.
Hoy, 12 de enero, el USDA ha publicado que la producción de maíz sería de 26 millones de toneladas, por debajo de los 29 millones del mes pasado. Sigue siendo benévola. Nosotros proyectamos 20 millones.
Con respecto a la soja, también sigue siendo optimista. El USDA calcula la cosecha en 50,50 millones de toneladas. Nosotros estimamos 44 millones.
¿Qué opinamos nosotros?
Pues que estas estimaciones están fuera de foco, pues la situación del campo es más grave de lo que se calcula.
En vista de la situación del maíz, en estado gravísimo, y de los demás granos como la soja, el sorgo y demás, en delicado estado, se puede estimar una reducción en los valores a exportar del orden de los 8.000 millones de dólares.
Las recientes lluvias han traído alivio. Pero no han sido suficientemente proporcionadas en el espacio geográfico, y además, han resultado poco abundantes en relación al déficit de humedad acarreado. Para peor los pronósticos no hablan de lluvias para lo inmediato.
Por ello, calculamos una considerable baja en la producción con la consecuente reducción de dinero.
Entonces, si en lugar de 28.000 millones tenemos 20.000 millones de dólares por exportaciones agrícolas. El saldo de la balanza comercial durante el año se encaminaría a ser claramente negativo.
Cuando las autoridades comiencen a tomar en serio ello, seguramente, a partir de las primeras cosechas (con rindes muy bajos), la desesperación proteccionista crecerá.
Nos referimos al mes de marzo (o eventualmente de abril). Allí veremos qué conejos se extraen de la galera de la política económica.


