Además del maíz y la soja, la ganadería ya está también bajo el fuego de la sequía que afecta a la pampa húmeda. Y el pronóstico también es categórico: según especialistas consultados, de prolongarse la falta de lluvias, por la restricción de forraje en los campos saldría una mayor cantidad de hacienda al mercado, aunque con un estado de engorde no óptimo, como un año normal.
Esta situación sobrevendría por la baja de la producción de pasto y la necesidad de los ganaderos de buscar la eficiencia con los animales que aún puedan mantener en el campo.
"Hay seca en casi todas las zonas ganaderas y lo que puede pasar es que esto obligue a los criadores e invernadores a pasto a vender hacienda por anticipado", señaló Ignacio Gómez Alzaga, consignatario de ganado.
La pampa húmeda representa hoy más del 60 por ciento del abastecimiento de la oferta de hacienda en la Argentina.
Enero no es habitualmente un mes con una importante salida de hacienda al mercado, por más que en esta época los productores prefieren comercializar por cuestiones impositivas y cierres de balances lo que no vendieron a diciembre pasado. No obstante, la sequía podría acelerar todo.
"Esta no es una época de gran oferta, pero va a haber más que lo normal", indicó Gómez Alzaga.
Zonas de cría bovina como la Cuenca del Salado, en el centro este bonaerense, y el oeste de la provincia de Buenos Aires, otra región clásica para la producción de novillos, son algunos de los sitios donde la sequía se hace sentir sobre la producción ganadera.
En lo inmediato, no se prevé que una eventual mayor oferta de hacienda deprima los precios de este producto. Sin embargo, no se descarta que esto suceda si se agrava la sequía y los productores tienen que vender más ganado. "En lo inmediato no va a pasar [una baja en el precio], pero puede ocurrir si se prolonga [el fenómeno climático] y la gente tiene que achicar campos y stock", afirmó Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra).
Coincidencias
Schiariti coincidió con Gómez Alzaga en que la sequía puede llegar a generar un incremento en la oferta de hacienda.
Pero no sólo eso: el temor es que frene también el proceso de recuperación de la actividad, luego de una pérdida en el stock vacuno de 12 millones de cabezas por la intervención oficial y la sequía del ciclo 2008/2009. "Esto puede hacer más lento el proceso de recuperación del sector y hacer que se detenga el ritmo de retención de vientres", explicó.
En la actualidad, la participación de las hembras en la faena es del 38%, lo que significa que hay una retención de vientres para recomponer el stock. En plena crisis del sector, ese porcentaje llegó a estar en 2009/2010 en el 49,5%. De hecho, durante 36 meses consecutivos la participación de las hembras en la faena total se ubicó por encima del 48%. "Hoy la situación es preocupante", dijo Schiariti, sobre la sequía. Agregó que el panorama se complicará "si no llueve de acá al 15 o el 20 de enero".
Sin embargo, el consultor Víctor Tonelli dijo que, en la actualidad, el escenario por la falta de lluvias es más un problema para la agricultura que para la ganadería. "Por ahora, hay oferta forrajera y el problema se ve más en la agricultura. Es prematuro para la ganadería", explicó.
Tonelli admitió, no obstante, que sí podría haber una oferta más alta de hacienda si la situación de sequía se "profundiza".
Ante la falta de pasto, un factor que algunos expertos creen que podría aliviar la situación es el uso para ganadería de los maíces que, pese a tener un fin original de venta para grano, hoy se están picando de manera anticipada por la sequía.
12 millones de cabezas
Perdió la ganadería por la anterior sequía, de 2008/2009, agravada por la intervención del Gobierno.
La lechería comienza a sentir el golpe
La producción lechera también siente el golpe de la falta de lluvias. "Sufrimos
mermas en la producción por la menor oferta de forraje y porque las vacas están
incómodas por las altas temperaturas", expresó Federico Stegmann, miembro del
Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (CREA) Bolívar, en la provincia
de Buenos Aires.
Según el productor, en su tambo la disponibilidad de forraje "está al límite". En este contexto, en noviembre pasado confeccionó un silo -reserva de alimento- para utilizarlo en el próximo invierno. No obstante, la situación de sequía cambió los planes. "El silo de cebada hecho en noviembre debería haber sido usado en invierno, no ahora", indicó el productor.
José Quintana, presidente de la Comisión de Lechería del Movimiento CREA, también describió un panorama complicado para la actividad.
"En el noroeste de Buenos Aires algunos maíces no se pueden picar para hacer silos y otros se empiezan a picar sin grano", dijo, y agregó: "Falta pasto y eso es lo más grave. De cara al invierno, es un problema serio".


