“La línea argumental principal que seguimos para el tema pasturas a lo largo de todo el congreso fue la temática de la intensificación que ya es un hecho a nivel mundial, donde la ganadería se ubica en zonas marginales. Este es un concepto que se instaló y probablemente ha venido para quedarse. Es en ese marco en el que igualmente tenemos que ser competitivos, y a su vez, ser sustentables. Buscamos que todos los expositores hablaran de intensificación, competitividad y sustentabilidad”, aseguró Mónica Agnusdei del INTA Balcarce, referente del Comité Científico-Técnico de AAPA en la sección producción y utilización de pasturas.

Agnusdei coincidió con David Chapman, el Dr. Gilles Lemaire, ambos conferencistas, y con el aplicador de tecnología invitado a la sección, Alfredo García Santillán (asesor privado y miembro de CREA), en la necesidad de generar información sobre los ambientes marginales y acerca del manejo de la variabilidad climática y de los suelos.

"Los desmanejos de los sistemas traen muchos problemas como por ejemplo la salinización, la pérdida de agua y de pasturas, los ciclos no virtuosos del carbono, etc., por lo que hay que tender a manejar bien esa fuente de recurso primario que es la pastura y lograr entrar en círculos virtuosos”, argumentó Agnusdei.

"Lo que tenemos que llevar son ideas, interpretando el problema. Nos falta integración de información. Hay coincidencia entre las demandas globales del mercado, las políticas generales, de lo que está preocupándose la ciencia y el productor, que tiene ganas de aplicar de tecnología y que se las ingenió para aplicarla”, explicó la especialista.

La aplicación práctica

Una de las conferencias que más impacto tuvo fue la del aplicador de tecnología  porque mostró cómo se pueden manejar 30.000 hectáreas y llegar a hacer, dentro de un sistema que es extensivo, manejos con la vaca y el ternero equivalentes a un tambo. García Santillán remarcó que su participación apuntó a compartir con los investigadores qué tecnologías necesitan las empresas y comentó cuál era su metodología de trabajo, que realiza en una zona marginal del país, aunque sea la provincia de Buenos Aires.

"En ese contexto tenemos herramientas de productividad en términos de información que son tomadas de suelos de otra clase, con lo cual necesitamos saber qué pasa con esa producción en estos suelos que estaban abandonados o con poca tecnología. Con una agricultura que nos empujó y con la seca que nos terminó de dar el golpe de gracia, empezamos a producir en ambientes más restrictivos. Qué pasa cuando hago cultivos en esa marginalidad y cómo es manejo, qué elementos necesito, cómo convenzo a un empresario para que invierta en esos lugares", argumentó Santillán.

Otro de los conceptos que remarcó es que en estos ambientes frágiles, que demandan más intensificación habrá que ver cuán sustentables son y cuán rentable es esa sustentabilidad. Además explicó que para él existe una nueva ganadería, más moderna, que demanda trabajar por ambientes y eso exige una producción y una necesidad de información más precisa dando origen a lo que llama la ganadería de precisión.

También habló de la dicotomía que se plantea entre cultivos anuales versus los perennes y señaló como herramienta eficaz para este tipo de planteos el pastoreo horario que consiste en dar de comer por horas y mantener los índices productivos.

Por último, Agnusdei agregó que en el taller de pasturas se trabajó en la integración entre instituciones nacionales y del cono sur, inclusive de Europa, para tener coherencia en la visión de estas problemáticas de la intensificación, sustentabilidad y competitividad y trabajar en conjunto.

El aplicador de tecnología y asesor privado y miembro de CREA , Alfredo García Santillán y Mónica Agnusdei del INTA Balcarce, referente del Comité Científico-Técnico de AAPA en la sección producción y utilización de pasturas