Las condiciones ambientales secas que se han desplegado en esta primera quincena de septiembre, se vinculan a lo sucedido en gran parte de agosto. Sin embargo todo indica que entre el viernes y el sábado precipitaciones generosas reaparecerán en gran parte de las zonas agrícolas del país.

Si bien esta continuidad en la falta de agua para la primera quincena de septiembre era esperadas en la región central del país, no hicieron más que empeorar las dificultades que afrontan los pocos cultivos invernales especialmente trigo que se pudieron hacer en el centro-oeste de Córdoba, quedando en condiciones menos comprometidas los cultivos del este de la misma provincia, aunque con perentorias necesidades de precipitación para no afectar significativamente los rendimientos. La sequía se extiende al sudoeste de Santa Fe y noroeste y extremo sudoeste de Buenos Aires, en cambio, La Pampa tiene condiciones de humedad más adecuadas para los cultivos aunque de ninguna manera holgada. La principal zona triguera del sudeste de Buenos Aires evoluciona normalmente, lo mismo sucede en el centro de esa provincia y en zonas de Entre Ríos. Ya han comenzado las siembras tempranas de maíz en el sudeste de esta provincia, que cuenta con muy buena humedad y menor probabilidad de heladas tardías. En el resto de la región maicera habrá que esperar mejores condiciones térmicas y sobre todo hídricas.

La oferta forrajera era regular en general para la época, considerando que estamos en un período de todavía de escasa oferta dado que las fuertes heladas del invierno han detenido el crecimiento de muchas forrajeras, aunque ya se observan rebrotes. En el centro y norte de Santa Fe la oferta era adecuada, se utilizaban reservas de silos, rollos y granos. En el sur provincial, la oferta era aceptable pero había necesidad de lluvias hacia el sudoeste. En Entre Ríos la disponibilidad era buena, se estaban pastoreando verdeos de avena y raigrás.

En el norte de Buenos Aires la oferta era adecuada, ya que la humedad de suelos era favorable. Además se suplementaba con granos y reservas de silos y rollos. Hacia el sudeste, la oferta era buena, con un apreciable volumen de producción de los verdeos. En el sudoeste bonaerense y este de La Pampa la oferta era buena, se pastoreaban los verdeos, que tenían muy buena respuesta y se contaba con adecuadas reservas de granos, silos y rollos. En el sur de Córdoba la oferta era escasa, los verdeos y pasturas aportaban poco. Se debían utilizar reservas y diversos suplementos. El oeste de Córdoba y San Luis continuaba en su normal período de penurias forrajeras propio de la salida del invierno.

La expectativa por el regreso de las precipitaciones es variada por diversas razones. La inminente entrada en floración del trigo de la franja central, el rebrote de las pasturas y el inicio de las siembras de maíz, se cuentan como las actividades con demanda más perentoria.

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