Clarificada la cuestión de las candidaturas con vistas a las elecciones presidenciales de octubre próximo, se plantea qué puede ocurrir con la política económica a partir del 10 de diciembre, según gane el oficialismo o alguno de los candidatos de la oposición.
Al respecto, entrevisté al cubano Carlos Federico Díaz Alejandro (1937-1985), alumno predilecto de Charles Poor Kindleberger, profesor en las universidades norteamericanas Yale y Columbia, autor de un par de libros importantes ( Devaluación en un país semiindustrializado , 1965, y Ensayos sobre la historia económica de la República Argentina , 1970), por lo cual lo califiqué como "argentino honoris causa".
-¿Por qué, al comienzo de tu carrera, te especializaste en la Argentina?
-Quería escribir una tesis explicando por qué, contra lo que se pensaba entonces, algunas devaluaciones habían sido seguidas por recesiones. En aquel momento, había dos casos para analizar, los de la Argentina y México. Elegí la Argentina porque tenía mejores estadísticas.
-En Ensayos afirmaste que "aún a un economista no entrenado en el resto de las ciencias sociales le llama la atención la influencia de los factores políticos, sociales y psicológicos sobre la evolución de la economía argentina". ¿Qué puede pasar con la política económica si Cristina Fernández de Kirchner es reelecta; qué puede ocurrir si triunfa algún candidato opositor?
-Es una exageración pensar que la política económica puede ser independiente de las consideraciones internacionales y las políticas internas, pero también lo es pensar que depende básicamente de consideraciones ideológicas. La historia argentina muestra que las circunstancias y la dinámica decisoria explican mucho mejor las medidas adoptadas y los resultados obtenidos por los gobiernos que la pura ideología. El kirchnerismo, que dice estar en las antípodas ideológicas del Proceso y la década de 1990, genera la misma relación costos-dólar que se observó a fines de las décadas de 1970 y de la convertibilidad.
-¿Qué pasará con la política económica si triunfa el oficialismo?
-Hay que tomar las decisiones sobre la base de que, al comienzo del nuevo período, Cristina Fernández de Kirchner "se la va a creer". Personalizando, esto significa más Moreno, más Giorgi, más Feletti y más Marcó del Pont, mientras la mejora de los términos del intercambio permita seguir financiando los subsidios, las distorsiones de precios, etcétera.
-¿Y si ganara la oposición?
-La oposición no es algo homogéneo, pero un dato muy importante les cabe a todos. La historia argentina [y la de muchos países] dice que "primero aparece la crisis, después el ajuste", y que lo que antes de la crisis parecía social y políticamente insoportable, después de la crisis termina siendo aceptado. En 2001, con caída de precios, Fernando de la Rúa y Ricardo Hipólito López Murphy intentaron reducir 13% algunos salarios públicos y jubilaciones; en 2002, como consecuencia de la devaluación, Eduardo Duhalde y Jorge Remes Lenicov redujeron la tercera parte del poder adquisitivo de todos los salarios y las jubilaciones. Los primeros "no existen". Uno de los segundos es candidato a presidente de la Nación.
-¿Y entonces?
-No cabe esperar que un gobierno opositor comience su gestión con una devaluación, un plan de ajuste o una significativa corrección de las distorsiones, si continúa la mejora de los términos del intercambio. A propósito: del hecho de que en el pasado los gobiernos peronistas coincidieron con mejoras de los términos del intercambio y los gobiernos radicales, con deterioro, no concluyan que el futuro precio mundial de la soja depende de quién gane las elecciones.
-Pero entonces, ¿no hay ninguna diferencia?
-Sí, y muy importante. Si triunfa alguno de los candidatos opositores que según las encuestas tienen más chance , los argentinos volverían a sentirse más dueños de los activos. Para la toma de decisiones, pasar del estilo K al estilo A o D, no es poco.
-Carlos, muchas gracias.


