El fenómeno de La Niña fue sin dudas el principal indicador climático del pasado semestre cálido. Su incidencia negativa se vio desdibujada en el transcurso del mes de enero y el enfriamiento comenzó a declinar de manera continua durante febrero. A lo largo del mes de abril se mantuvo un mínimo apartamiento térmico que técnicamente aún define la situación del Pacífico Ecuatorial central como Niña. El apartamiento negativo promedio de las últimas cuatro semanas del mes de abril en la zona fue de 0.6°C.
Transitando la segunda quincena de mayo los valores de temperatura superficial de mar estimados satelitalmente, ya confirma la neutralidad de las aguas del Pacífico Ecuatorial Central. La anomalía fría de las últimas dos semanas se ubicó en torno de 0.4°C, lo cual confirma que las marcas comienzan a moverse dentro del intervalo que se considera neutral. Es decir, si la estimación de la temperatura superficial del mar presenta un desvío respecto de los valores normales que no se aparta más de medio grado en un sentido o en otro, se considera que este indicador básico define el estado de neutralidad. Un enfriamiento mayor de medio grado define La Niña y un calentamiento superior a medio grado define El Niño. En el mapa puede apreciarse que el enfriamiento más intenso se ha desplazado hacia el sur, presentándose aún el oeste del Ecuador algo frío.
Por cierto, los modelos de pronóstico proyectan la situación de neutralidad como la más probable para el invierno y el comienzo de la primavera, Esto es, la temperaturas superficial del mar en la zona donde se configuran estos eventos, mostraría apartamientos que quedarían contenidos en el intervalo: +0.5°C ; -0.5°C. Este indicador es primario pero es el más sencillo para entender un el estado térmico de una región del planeta con alta influencia sobre el clima del sudeste de Sudamérica.
Esto es en principio es una noticia favorable. Es decir la variabilidad del clima puede definir situaciones anómalas, pero es interesante plantear la tendencia climática descartando la posibilidad de que La Niña aparezca en el horizonte a mediano plazo.
Considerando el estado actual de reservas, las condiciones son favorables para que el área triguera experimente un crecimiento. Sin embargo, esta posibilidad parece estar sesgada por condiciones extraclimáticas que pueden evitar su concreción.
- Por CCA - exclusivo Agrositio.com
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