Los precios de la soja cerraron ayer con resultado negativo en el mercado disponible local, donde se evidenció una menor presión de parte de fábricas y exportadores, que esperan el inicio de la cosecha argentina. En la Bolsa de Chicago, en tanto, la oleaginosa se negoció con leves mejoras.
Por tonelada de soja con entrega inmediata los compradores ofrecieron $ 1300 en las terminales de Timbúes, General Lagos, San Martín, San Lorenzo, Ricardone y en Arroyo Seco, 20 pesos menos que el viernes pasado.
La soja de la nueva cosecha, con entrega en mayo, se negoció a 320 dólares por tonelada en San Martín, General Lagos, Timbúes, Ricardone, Arroyo Seco y en Bahía Blanca, con una pérdida de 5 dólares.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones abril y mayo de la soja retrocedieron US$ 2,30 y 0,80, mientras que sus ajustes fueron de 328,70 y de 329,20 dólares por tonelada.
Las pizarras de la Bolsa de Chicago mostraron alzas de US$ 0,18 y de 0,56 sobre los contratos mayo y julio de la soja, cuyos ajustes resultaron de 500,82 y de 504,50 dólares por tonelada. La firmeza del maíz y la apreciación del euro frente al dólar (la relación pasó de 1,4174 a 1,4216) favorecieron el cierre alcista de la oleaginosa. Sin embargo, el avance de la cosecha en América del Sur volvió a presionar sobre las cotizaciones.
Caída del maíz
Al igual que la soja, el mercado local cerró ayer con saldo negativo para el valor del maíz de la nueva cosecha. Por tonelada de cereal con entrega entre mayo y junio los exportadores pagaron 190 dólares en las terminales de San Martín, General Lagos y en Timbúes, 5 dólares menos que el viernes último.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que los consumos pagaron ayer $ 755 en Baradero; $ 755 en Chacabuco; $ 735 en Gualeguaychú, y $ 730 en Coronel Brandsen.
En el Matba, la posición abril del maíz bajó US$ 0,50 y cerró con un ajuste de US$ 192, mientras que el contrato julio se mantuvo estable, con un valor de US$ 194,50 por tonelada.
En la Bolsa de Chicago, luego de las importantes oscilaciones vistas durante la semana pasada el mercado tuvo ayer una jornada de calma relativa, a la espera de la confirmación de una venta de maíz estadounidense a China que, según el rumor que el viernes se manejó en el recinto de negocios, sería de unas 500.000 toneladas. Al cierre de las operaciones, las posiciones mayo y julio del cereal aumentaron US$ 1,18 y 1,38, en tanto que sus ajustes resultaron de 270,26 y de 273,02 dólares por tonelada.
Además de la aparente venta de cereal, que aún debe ser confirmada por el USDA, ayer favorecieron al maíz la suba del petróleo (pasó de 101,07 a 102,33 dólares por barril) y la firmeza del euro.
Trigo y girasol
En el mercado local de trigo, ayer los exportadores sólo evidenciaron interés en el puerto de Necochea, donde propusieron hasta US$ 175 por tonelada de cereal con baja proteína, US$ 5 más que el viernes último. Acerca de los molinos, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indicó que ofrecieron entre $ 970 y 1021 por tonelada, según calidad y procedencia.
En el Matba, los contratos mayo y julio del trigo retrocedieron 1,50 y 2 dólares, mientras que sus ajustes resultaron de 195,50 y de 200 dólares.
La posición mayo del trigo en Chicago y en Kansas perdió US$ 0,74 y 0,46, en tanto que su ajuste fue de 264,92 y de 309,38 dólares por tonelada, respectivamente.
Respecto del girasol, que en las últimas semanas padeció bajas significativas en sus precios debido al positivo avance de la cosecha argentina, los compradores pagaron ayer $ 1380 por tonelada en Rosario, Ricardone y en General Deheza; $ 1295 en Necochea, y $ 1290 en Bahía Blanca, sin cambios frente al cierre del viernes.
Sobre la actual cosecha de girasol, el Ministerio de Agricultura indicó ayer que hasta el jueves los chacareros recolectaron el 66% de los 1,65 millones de hectáreas implantados y estimó la cosecha en 3,7 millones de toneladas. La semana pasada, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires calculó la producción de girasol en 3,1 mill./t, "con posibilidades de que puede incrementarse". Y añadió que los rindes que se están logrando en el sudeste de Buenos Aires, donde aún restan por colectar más de 420.000 hectáreas, "permiten imaginar una producción aun mayor".


