Aun cuando por algún tiempo más continuará la polémica sobre los ajustados
resultados de las elecciones de gobernador de Chubut, la primera lectura que
puede hacerse de estos comicios es que el kirchnerismo, pese a perder por unos
1500 votos de acuerdo con los últimos cómputos oficiales, ha hecho una excelente
elección, que potencia las perspectivas de la presidenta de la Nación de cara a
octubre.
El oficialista Frente para la Victoria ha iniciado casi de la mejor manera la
tanda electoral que comenzó una semana atrás en Catamarca. Triunfó en esta
provincia norteña luego de veinte años de predominio del radicalismo y consiguió
un valioso empate técnico en la provincia del gobernador Mario Das Neves, uno de
los más conspicuos representantes del peronismo no kirchnerista.
A estas alturas, no son pocos los que buscan explicaciones acerca de cuánto ha
influido en estos resultados electorales la recomposición de la imagen de la
presidenta Cristina Kirchner en la sociedad tras la muerte de Néstor Kirchner.
La explicación que brindan algunos analistas de opinión pública, como la
socióloga Graciela Römer, es que, con la desaparición del ex Presidente, surgió
la percepción en parte de la población de que Cristina Kirchner comenzó un nuevo
período, que recreó las expectativas con que asumió en diciembre de 2007 y del
que fueron borrados casi todos sus errores iniciales.
Es que, antes de que falleciera Néstor Kirchner, el gobierno de su esposa era
percibido como un cogobierno donde el ex Presidente tenía un rol absolutamente
protagónico. Ahora Cristina Kirchner tendría la posibilidad de construir un
perfil propio de gestión.
Su distanciamiento del titular de la CGT, Hugo Moyano, aunque no llegue a un
enfrentamiento, sería parte de la estrategia kirchnerista para consolidar ese
nuevo perfil de la Presidenta en un año electoral.
Pero si hasta ahora Cristina Kirchner ha podido traducir en votos ese nuevo
perfil de gestión, el interrogante es si podrá mantener las expectativas hasta
octubre y si la oposición no replanteará su estrategia para evitar una
atomización que, por el momento, parecería llevarla a una muy probable derrota.
En tal sentido, los mensajes de Catamarca y de Chubut parecen ser lo
suficientemente fuertes como para que, al menos, en el radicalismo y en el
Proyecto Sur, de Fernando "Pino" Solanas, se esté considerando lenta pero
seriamente la posibilidad de una convergencia electoral con la idea de forzar
una polarización con el kirchnerismo.


