GINEBRA.- La ONU expresó este jueves una gran preocupación por la alta mortalidad de las abejas, que están muriendo a causa de la contaminación y los pesticidas en muchas regiones del mundo, y su posible impacto en el futuro de la agricultura.

El fenómeno se observa principalmente en los países industrializados del hemisferio norte, explica el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en un informe publicado el jueves.

"La forma como la humanidad maneje sus activos vinculados a la naturaleza, en particular los polinizadores, definirá en parte nuestro futuro colectivo en el siglo XXI", declaró el director ejecutivo del PNUMA, Achim Steiner, en una conferencia de prensa.

"El hecho es de las 100 especies vegetales que proveen 90% del alimento del mundo, más de 70% son polinizados por abejas", agregó.

El documento cita una docena de factores explicativos, entre ellos el empleo de pesticidas, la contaminación del aire, la reducción de la cantidad de plantas y flores y la apicultura en Europa, así como la existencia de un parásito mortal que mata únicamente a las abejas del hemisferio norte.

La mortalidad de estos insectos está en progresión (de hasta 85% en algunas regiones) y podría tener graves consecuencias en la producción alimentaria, porque la mayoría de las plantas, sean cultivos o no, son polinizadas por las abejas.

El informe indica que la actividad de los polinizadores en su conjunto representa cerca de 153.000 millones de euros, es decir 9,5% del valor de la producción mundial de productos agrícolas.

No obstante los científicos no han podido medir el impacto directo de la mortalidad de las abejas en los cultivos de frutas y hortalizas.

El síndrome no afecta a América Latina, África ni Australia.

"Es un tema muy complejo. Interactúan muchos factores y un país por sí solo no puede resolver el problema", sostuvo Neumann, llamando a la implementación de una red internacional para abordar el problema.

Este científico alemán que trabaja en el Centro de Investigación sobre Abejas en Suiza indicó que uno de los motivos de la desaparición de estos insectos en Europa y Norteamérica es la presencia del ácaro parásito "Varroa destructor".