A continuación, el informe económico Nº 122, de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (CICCRA):

¿Por qué el ejecutivo saca un decreto de necesidad y urgencia para eliminar la ONCCA?

Una primera lectura sería la necesidad de evitar que la oposición haga en Diputados un gran revuelo político con el tratamiento de una modificación a un organismo que se ha constituido en uno de los más denunciados por corrupción de la presente administración.

Un segundo motivo podría ser apuntar a prevenir los riesgos de futuros allanamientos en busca de pruebas en las varias causas judiciales que investigan la existencia de una ONCCA “paralela” y del desvío de compensaciones, así como desarticular el JAUKE, un sistema informático propio creado por Etchegaray para el seguimiento de expedientes diferente al que usa el resto de la administración pública nacional mediante el cual –según ha denunciado un grupo de Diputados – se habrían facilitado muchas de las maniobras que continúa investigando la justicia.

También existe quien sugiere que en realidad se le ha transferido al Ministro Boudou la caja de los subsidios (unos 3 mil millones anuales) muy poco tiempo después de que lanzara su candidatura a Jefe de Gobierno de la C.A.B.A.

Lo cierto es que realizar este cambio por medio de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) cuando no existe urgencia ninguna y a sólo dos días hábiles de la reapertura del Congreso, deja enormes dudas acerca de su constitucionalidad. Y con ello, de la constitucionalidad de las resoluciones que se dicten en consecuencia.

Sobre todo cuando del Decreto de disolución surge claramente que el Ministerio de Economía y Finanzas pasó a ser la Autoridad de Aplicación de todas las funciones que ejercía la ahora ex-ONCCA, no sólo de los ROEs y las compensaciones, mientras que Agricultura se quedó con el personal administrativo.

Estas “otras” funciones de la ONCCA son las centrales para ordenar los mercados. Por ejemplo, para otorgar matrícula habilitante a los operadores de ganados, carnes, granos y lácteos, fiscalizar y controlar su operatoria comercial (faena, existencias, normas de calidad, documentos de tránsito, imposición de decomisos y sanciones, control de existencias y movimiento de todos los granos) y publicar estadísticas que faciliten el posicionamiento y la toma de decisiones empresarias.
 
Esta situación sin dudas es percibida por los mercados como el desmantelamiento de las estructuras de inspección y control, generando un vacío legal y metodológico que de no corregirse generará el aumento inmediato de la operatoria marginal.
Da la sensación de que nuestro Poder Ejecutivo no ha entendido que la ONCCA era mucho más que los subsidios y ROEs inventados por Felisa Miceli y que ahora pasan a ser tramitados por el nuevo ente creado en Economía (Decreto Nº 193/11); era una herramienta fundamental para el control y fiscalización de los mercados agroalimentarios.

Es notable recordar que fue Néstor Kirchner quien jerarquizó a la ONCCA otorgándole la autarquía. Parece mentira que se trate del mismo organismo que ahora Cristina Fernández disuelve de un plumazo como a un mal recuerdo, tan malo que ni siquiera se ha contemplado la posibilidad – lógica en estos casos – de mantener una estructura residual para la gestión de los expedientes y trámites pendientes.

Números para tener en cuenta:

En el comienzo de 2011, la actividad de la industria frigorífica vacuna continuó en niveles muy bajos. De acuerdo con nuestras estimaciones, en el primer mes del año se habrían faenado apenas 890 mil cabezas, quedando como el peor de los últimos veintidós años. En comparación con enero de 2010, la faena experimentó una caída de 21,8% y con relación a enero de 2008 (el máximo de la serie considerada) una baja de 33,7%.

De mantenerse la ausencia de nuevos desincentivos  motorizados desde el gobierno nacional, debemos esperar que este año la faena continúe ubicándose en bajos niveles, en tanto que a partir del año próximo se podría iniciar un proceso de recuperación gradual, para alcanzar la normalización en 2014.

Una señal clara de que el proceso de retención de hembras sigue en curso está dada por la participación de las hembras en la faena total la que se ubicó en 40,0.

La producción de carne vacuna se ubicó alrededor de las 200 mil tn. r/c/h, volumen que resultó 16% más bajo que el de enero del año pasado y casi 30% menor al del mejor enero de las últimas décadas (enero de 2008).

Para tener un punto de referencia, debemos señalar que la caída de la oferta de carne vacuna en el último año equivalió a dos veces el volumen exportado en el primer mes del año.

En consecuencia, y continuando con el análisis que veníamos realizando a lo largo de 2010, debemos señalar que ni siquiera prohibiendo las exportaciones de carne vacuna, el gobierno nacional puede evitar que el abastecimiento del mercado interno disminuya.

Y en un contexto de elevadísima liquidez como el actual, esta realidad sectorial hará que los valores de los precios de los cortes vacunos continúen en niveles elevados (absolutos y relativos). Esperando un aumento de los precios del ganado para finales de marzo y abril.

En este escenario sectorial, el consumo per cápita de carne vacuna se ubicó en 56,6 kilogramos/año, considerando el promedio móvil de los últimos doce meses (feb. ’10-ene. ’11), y con relación a un año atrás registró una caída de 15,9%.
En materia de comercio exterior sectorial el año comenzó con los siguientes guarismos: embarques certificados de carne vacuna por 13.597 tn peso producto (tn pp) y una caída de 46,9% anual.

Por su parte, los embarques de carnes procesadas descendieron 35,4% con relación a un año atrás y se ubicaron en 1.773 tn. pp.

En lo que respecta a las menudencias y vísceras, en enero de 2011 se exportaron 9.978 tn. pp, volumen que resultó 18,1% inferior al de un año atrás.

En enero de 2011 los ingresos por ventas al exterior de carne vacuna totalizaron 106,7 millones de dólares FOB y se ubicaron 10,9% por debajo de los registrados en enero de 2010.