El Gobierno dictó la conciliación obligatoria y fuerza ahora a los trabajadores a suspender por 15 días la huelga y a las empresas a negociar un aumento salarial. La medida de fuerza, de todos modos, tuvo lugar en un momento en que los embarques desde Argentina son escasos, porque la temporada fuerte de exportaciones se inicia a fines de febrero, cuando comienza la cosecha de soja y maíz, según informó la agencia internacional de noticias Reuters.
Los piquetes de entre 10 y 20 personas, que montaron carpas para descansar al lado de los caminos, aún bloqueaban con neumáticos incendiados los accesos a algunas plantas.
Los huelguistas piden que su salario mínimo sea llevado a $ 5.000, la misma suma que los obreros aceiteros lograron tras la negociación que mantuvieron con las firmas agroexportadoras en diciembre.
Las empresas consideraron que el conflicto tiene como origen una puja entre la CGT y el sindicato aceitero, y que las negociaciones salariales deben realizarse con los gremios según rama laboral, no a través de una central como la CGT, por lo que se mostraban reacias a ceder ante el reclamo.
La conciliación obligatoria dictada por el Gobierno fuerza ahora a los trabajadores a suspender por 15 días la huelga y a las empresas a negociar un aumento salarial.
Entre los huelguistas se encontraban los gremios de estibadores, camioneros, seguridad y limpieza.


