"El Norte [Chaco y Formosa] va camino a ser la nueva México o Colombia." El escenario pesimista pertenece al diputado nacional del radicalismo chaqueño Carlos Urlich. El asesinato del principal terrateniente y productor del Chaco, ocurrido el 13 de este mes, sumado al descubrimiento de 701 kilogramos de cocaína de máxima pureza en un campo de un concejal formoseño, a 150 kilómetros del lugar, son claras señales de que en la zona el crimen, la droga y el poder conviven de manera peligrosa.

"Es una zona donde se encontraron 700 kilos de cocaína, con una pista para que bajen aviones en un campo de un concejal, donde se produjo un doble asesinato mafioso, donde se encontraron 12 kilos de marihuana en una camioneta de la gobernación del Chaco prestada a un diputado oficialista, donde se cayó una avioneta con 400 kilos de marihuana y fue detenida, en esa oportunidad, una persona que era asesora del actual presidente de la Cámara de Diputados del Chaco...", enumeró Urlich. Y agregó: "Vamos camino a ser México o Colombia. Incluso, no tenemos radares que funcionen correctamente, y, menos, aviones para controlar la región. Acá hay una gran organización y creo que tenemos que estar alertas".

La muerte de Manuel Roseo y su cuñada, asesinados en la vivienda que compartían en Juan José Castelli, una ciudad de 40.000 habitantes situada 300 kilómetros al norte de la capital chaqueña, sacó a la luz una historia que incluye reiterados intentos de estafa inmobiliaria para apropiarse de un campo de 250.000 hectáreas, valuado en 250 millones de dólares, propiedad de Roseo.

"Este es un crimen mafioso. Muy pocas personas conocían de la existencia de [Manuel] Roseo y de que fuera propietario de 250.000 hectáreas. Este no es un crimen cualquiera, aquí hay en juego una herencia de 250 millones de dólares. Creo que detrás del asesinato hay una organización criminal y no descarto que haya vinculaciones políticas", dijo Urlich, que pidió que se investiguen los posibles vínculos del caso con los 701 kilos de cocaína hallados en el campo del concejal Hugo Palma, en Estanislao del Campo, Formosa.

Las tierras del hombre asesinado a plena luz del día y en forma violenta se encuentran en el corazón de lo que se conoce como El Impenetrable chaqueño, formado por densos montes, y cruzada por el río Bermejo, que separa, jurisdiccionalmente, Formosa del Chaco.

Una vida austera

Las víctimas del doble crimen fueron Roseo, de 75 años, y su cuñada Nelly Bartolomé, de 73 años, que vivía junto al inmigrante italiano en la calle España 385, en una humilde vivienda reflejo del austero perfil del mayor terrateniente de la zona. El 13 del actual, la policía local encontró a Roseo maniatado de brazos, piernas y tobillos con sogas, cables y cintas de embalaje; habría muerto por golpes y asfixia, al igual que la mujer.

Fuentes que intervienen en la causa dijeron a La Nacion que los responsables del asesinato fueron al menos cuatro personas. Dos de los sospechosos fueron detenidos. En tanto, de la finca desaparecieron los títulos de propiedad de los campos de Roseo, llamados La Fidelidad.

La fortuna del atípico hombre, que siempre estaba con ropa de trabajo y manejaba una camioneta del año 70, ya generó las primeras reacciones. Mientras sus familiares italianos solicitaron autorización para repatriar el cuerpo hacia Europa, en Castelli se presentó una mujer para solicitar un examen de ADN, ya que afirma que Roseo es el padre de sus dos hijos.

En tanto, el abogado de la víctima, Sergio Rubén Kleinsinger, dijo a La Nacion que en los últimos cinco años Roseo había sido víctima de más de un intento de estafa para apropiarse de sus tierras, cuyo valor por hectárea ronda los 1000 dólares.

"A pesar del tema de las estafas. Manuel [Roseo] nunca temió por su vida. Incluso me dijo: «Si me quieren hacer algo, con o sin custodia, me lo van a hacer»", recordó Kleinsinger.

Al ser consultada sobre si en los campos de Roseo existen pistas de aterrizaje clandestinas, la fiscal de la causa dijo que en el rastrillaje que realizó en la parte del campo que se encuentra en Chaco no se encontraron rastros de pistas, pero le falta recorrer, precisamente, las 100.000 hectáreas del lado formoseño.

"Sí, es posible [construir una pista como la encontrada en Estanislao del Campo, en La Fidelidad]. Quién dice que no la haya... Se trata de lugares casi vírgenes, donde entra muy poca gente y son inmensos. Por eso hablo de su importancia estratégica", agregó Urlich, para quien el crimen organizado es está expandiendo por el nordeste del país.

Un testigo clave del asesinato

Sergio Omar Berg, empleado de Roseo, que fue tomado de rehén por los asesinos, relató los momentos que vivió. "Hablaban permanentemente de una carpeta roja [desapareció] y, además, insistían con las cuentas de Roseo", dijo al señalar que identificó cuatro voces distintas. "La intención no era dejarme libre. Desde el baúl, donde me llevaban, escuchaba que querían trasladarme a la provincia de Corrientes, pero otro decía que me querían hacer desaparecer, que harían un pozo para enterrarme". Berg finalmente fue liberado.