Los productores están decididos a realizar acciones gremiales si no se solucionan los problemas para comercializar el trigo. Más movilizaciones, la posibilidad de un cese de comercialización, tomas de puertos y molinos, y una marcha hasta la Secretaría de Comercio Interior, entre otras acciones, están entre las opciones. Buzzi, Biolcati, De Ángeli y Etchevehere encabezaron la protesta en el Túnel.

Danilo Lima

Si hay algo que quedó claro tras la protesta de los productores agropecuarios entrerrianos de ayer en el acceso al túnel subfluvial Uranga-Sylvestre Begnis es que enero, si no aparecen soluciones a los problemas del trigo, puede ser un mes muy conflictivo.

Más movilizaciones, la posibilidad de un cese de comercialización, tomas de puertos y molinos, y una marcha hasta la Secretaría de Comercio Interior, entre otras acciones, están en el menú de opciones de los chacareros, por más que a algunos dirigentes estas medidas no les gusten, como no les gustaba la movilización de ayer y debieron ceder ante la presión de las bases.

Es que la falta de mercado les ocasiona una pérdida de entre 200 y 300 pesos por tonelada cuando consiguen que alguien les compre el trigo, dinero que es embolsado por molinos y exportadores, los principales blancos de las críticas ruralistas –junto al Gobierno, claro– durante la protesta de ayer.

Unos 300 productores –muchos más de los esperaban los líderes de la Mesa de Enlace– comenzaron a concentrarse desde las 8 de la mañana de ayer en el acceso al Túnel, provenientes de buena parte de Entre Ríos, y también algunas delegaciones de las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires.

Eduardo Buzzi y Hugo Biolcati, los presidentes de la Federación Agraria Argentina (FAA) y la Sociedad Rural Argentina (FAA), respectivamente, junto a Alfredo De Ángeli y Luis Miguel Etchevehere, los líderes de esas entidades en Entre Ríos, encabezaron el acto que se inició a las 10.45 y se extendió hasta las 11.30, lapso en el que estuvo cortada una de las manos de la avenida Uranga, lo que ocasionó largas colas y fue la chispa para un incidente cuando un conductor increpó duramente a los ruralistas (ver aparte).

POR IZQUIERDA. Buzzi, como es habitual, fue el encargado de correr por izquierda al Gobierno nacional y en su discurso remarcó que los funcionarios de Cristina Kirchner, en especial Guillermo Moreno, el todopoderoso secretario de Comercio Interior, son gerentes de las multinacionales exportadoras y de los molinos.
Y, para quienes sostienen que el kirchnerismo es progresista, Buzzi apeló a la ironía: “El Gobierno nacional y popular está discutiendo cómo pagarle al Club de París con lo que se llevan de las retenciones. En los últimos siete años, este Gobierno ha sido el más pagador a los organismos financieros internacionales. Cumplen con una deuda ilegítima, pero siguen postergando la enorme deuda interna con el pueblo argentino”, disparó.

“DESASTRE”. El presidente federado, sabedor de que en Entre Ríos están quizá las bases más radicalizadas de su entidad, le pegó duro al oficialismo. “Hay que decir con claridad que las políticas de este Gobierno en materia triguera son un desastre. Hay un señor nefasto, como Guillermo Moreno, que ha instalado una lógica de transferencia brutal, en la que perdemos los productores”, mientras él “actúa como gerente de los grandes grupos exportadores y los molineros. Empresas como Cargill, Bunge, Dreyfus, Cañuelas, entre otras, son los beneficiarias de las acciones que se toman desde la Secretaría de Comercio Interior”.
Recordó, en este sentido, que en 2008, antes de que estallara el conflicto por la resolución 125, desde la Federación Agraria “ya estábamos movilizados frente a las terminales portuarias para poner en la agenda estas maniobras, que hoy seguimos padeciendo y denunciando”.
Y fue más lejos en su apreciación al advertir que este conflicto por el trigo “puede ser el inicio de otra 125” porque “no nos gusta que nos arrebaten con autoritarismo nuestro presente y nuestro futuro”, remarcó el federado.
Buzzi no descartó la posibilidad de “ir a los puertos exportadores y a los molinos para denunciar lo que está pasando. Y algún día deberemos ir a las puertas de la Secretaría de Comercio, para decirle en la cara a Guillermo Moreno que es el gerente de la molinería y de las multinacionales exportadoras”.

EL LIBRE MERCADO. Al lado de Biolcati, defensor a ultranza del libre mercado, Buzzi fijó la posición de la FAA, acaso para evitar críticas por su cercanía por la SRA. “El libre mercado no es la forma de resolver nuestros problemas”, subrayó el federado, aunque admitió que en esta coyuntura la apertura de exportaciones sin cupos “es necesaria, para que dejen de pescar en la pecera cuatro o cinco vivos, empresas que hacen hoy grandes negocios en el corto plazo”.
También hace falta, enfatizó, avanzar en la creación de instrumentos que regulen el comercio de granos. “Necesitamos un instrumento moderno, que venga a parar con las posiciones dominantes, que recupere lo mejor de la Junta de Granos, y que tenga participación de los productores”.

LOS BENEFICIADOS. Biolcati –que no dudó en ponerse una gorrita de la FAA, acaso para demostrar que la Mesa de Enlace sigue unida–, a su turno, puso énfasis en remarcar que son molineros y exportadores quienes hacen los grandes negocios con la plata de los productores.
El ruralista volvió a criticar las retenciones que “son inconstitucionales” y “nos quitan el 23% del trigo y el 35% de la soja. No nos quitan las retenciones al maíz, al trigo, o al girasol, que podrían hacerlo, para volcarnos a la soja, porque el miedo del Gobierno es que haya menos soja porque eso significaría menos caja”.

LOS CUPOS. Biolcati insistió en calificar de error el sistema de cupos de exportación. “El problema no es habilitar uno, dos o tres millones de toneladas de trigo, porque esa mercadería ya la tienen los exportadores. Ahora se abren los cupos para darles el negocio a los exportadores, que compraron el trigo a 150 dólares, pero la estafa a los productores ya se consumó. Lo que hace el ministro (de Agricultura, Julián Domínguez) es permitir que los estafadores cobren. Hace cinco años que ocurre esto, hace cinco años que nos roban”, denunció.
Por eso, según Biolcati, “la única forma para solucionar estos problemas es que se terminen los cupos y se abra la exportación. Que se obligue a la molinería a dejar de hacer el curro que está haciendo y obligarla a competir con la exportación”.

Los entrerrianos dijeron lo suyo

Antes de los dos dirigentes nacionales, Hugo Biolcati y Eduardo Buzzi, hablaron en el acto del túnel los representantes de la Mesa de Enlace provincial.
Alfredo De Ángeli, el líder de la FAA, dijo que los 13 millones de toneladas de trigo de esta campaña, más los 2 millones del ciclo anterior aún sin vender, “alcanzan y sobran” para abastecer al mercado interno y “las exportaciones siguen cerradas”.

CORAJE. El director FAA entrerriana remarcó que “tenemos que llenarnos de coraje porque nos sobran las razones. Y no vamos a parar hasta conseguir la solución”. Y, acaso para replicar las críticas de otras entidades y aun de parte de las propias bases federadas, subrayó que “si alguno pensó que la Federación Agraria negoció con el Gobierno, se equivocaron. Nosotros no somos un partido político de oposición. Somos una entidad gremial que conseguimos cosas. Por eso hemos gestionado medidas y asistencia económica para citricultores, cooperativas, pequeños y medianos productores. Pero en los problemas de la ganadería o el trigo, que siguen estando, jamás vamos a negociar con un Gobierno algo indigno para nuestra gente”.

UNIDAD. Desde la SRA, el vicepresidente 2º y director por Entre Ríos, Luis Miguel Etchevehere, puso énfasis en resaltar la presencia de productores en el Túnel lo que, a su juicio, se convirtió en una clara muestra de unidad frente a la opinión de aquellos que aseguran que la Mesa de Enlace está divida. “El campo entrerriano otra vez está en las rutas, y no porque lo buscáramos nosotros, sino porque de nuevo nos empujan a salir, esta vez para demostrar el robo a los productores”, enfatizó.
“Le frenamos la 125, no lograron ponernos de rodillas, pero ahora estamos frente a otra 125”, dijo el ruralista al aludir a las trabas para comercializar el trigo.
“Necesitamos respuestas ya para que se frene la transferencia de recursos de los productores a la exportación y la molinería, no hay más crédito. Hoy avisamos, volanteamos, y en enero, sin no hay respuestas, estaremos otra vez acá”, arengó.
Claudio Álvarez Daneri, en representación de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (Farer), se congratuló de “saber que seguimos unidos” y que “estamos creciendo en el trabajo gremial y en la participación en política”.
“Nos toman como una caja recaudadora”, dijo Álvarez Daneri, y se quejó porque “esa ganancia están quedando en manos del Estado y los sectores concentrados de la economía”.
Daniel Kindebaluc, el secretario de la Federación Entrerriana de Cooperativas (Fedeco), criticó las retenciones oficiales y las que denominó encubiertas “que no sabemos a qué manos van a parar”.
Destacó que en el sector cooperativo entrerriano la mayoría son pequeños y medianos productores y, con ironía, señaló que mientras “antes contratábamos a ingenieros agrónomos y hoy necesitamos psicólogos” para atender a los productores.

QUEJAS POR EL CORTE DE LA RUTA

El tránsito por una de las manos de la avenida de acceso al túnel Uranga-Sylvestre Begnis permaneció interrumpido 45 minutos ayer, entre las 10.45 y las 11.30, mientras los productores realizaron el acto en donde hablaron los dirigentes gremiales del sector.
El corte parcial de la ruta, como es de suponer, generó una larga cola de vehículos y, también, la molestia de quienes a esa hora circulaban por la zona.
A poco de iniciarse los discursos, mientras hablaba Claudio Álvarez Daneri, el representante de Farer, se acercó hasta el lugar un exaltado conductor y le recriminó al dirigente la actitud de cortar la ruta. “Por qué no se van a hacer el acto a otra parte y dejan de joder acá”, le reprochó el hombre, mientras algunos productores intentaron disuadirlo y retirarlo. Pero el hombre continuó: “Si tienen problemas vayan y quéjense a la Cristina (por la presidenta Cristina Kirchner), pero no rompan las pelotas acá”.
Tras unos minutos (y varios insultos) el joven fue retirándose y el acto continuó con su desarrollo normal.