¿A quién no le gustaría ahorrar 11,7 millones de dólares?. Esa cifra podría quedar en manos de los productores trigueros con sólo disminuir las pérdidas de cosecha en 15%, de los 100 kg/ha que se pierden promedio al trillar el cultivo.

Un informe de Inta Precop elaborado Mario Bragachini y José Peiretti expuso consejos importantes para llevar adelante una cosecha de trigo más eficiente, con menos pérdidas.

En esta campaña la superficie sembrada con trigo superaría poco más de 3 millones de hectáreas, y considerando pérdidas por 100 kg/ha, según los datos que aporta el Proyecto Precop, el tonelaje perdido sería de 300.000, por un valor aproximado de 78 millones de dólares.

La medición de estas pérdidas es una de las mejores herramientas con la que cuenta el productor para controlarlas, según Bragachini y Peiretti.

Sus consejos para hacer un control eficiente consiste en arrojar cuatro aros de 56 centímetros de diámetro -el equivalente a un metro cuadrado- en dos lugares diferentes del lote.

Los cuatro aros se arrojan por fuera del ancho de trabajo de la cosechadora a la altura de la cola de la máquina, para medir las pérdidas totales.

De esta manera, se hace una maquinada trillando y se procede así al recuento de granos caídos dentro de los cuatros aros. Si hay 333 granos/metro cuadrado (entre los cuatro aros) equivalen a 100 kilos totales por hectárea.

Por otra parte, según detalla el informe, de lograr un trigal con un rendimiento de 2.800 kg/ha de grano, se producen aproximadamente unos 4.500 kg/ha de materia seca no grano. Teniendo en cuenta la altura de corte del cabezal, la cantidad de residuos que ingresan a la cosechadora sería de unos 2.500 kg/ha. Con anchos de labor de los cabezales modernos cada vez mayores y un aumento en los rendimientos de los cultivos en grano y paja, los residuos que se depositan detrás de la cola de la cosechadora pueden llegar a equivaler a una concentración de unos 13.500 kg/ha, por lo que es muy importante lograr una distribución homogénea de estos.

Para dar el primer paso para la formación de una buena cama de siembra para el cultivo siguiente, es importante equipar a la cola de la cosechadora con un sistema desparramador de paja y granza de alta eficiencia para obtener buena distribución de los residuos, a los fines de evitar la utilización de un picador de rastrojo. También, si se logra una cobertura homogénea, se debe evitar el tránsito innecesario por el lote con tolvas, tractores y camiones, que deterioran la buena cama de siembra formada.

En este sentido es recomendable utilizar equipos con rodados de alta flotabilidad, que disminuyen la presión sobre el terreno, la compactación y preservan en forma adecuada la cama de siembra directa.

También considerando que en el mayor de los casos detrás de un trigo de alta productividad continua la soja de segunda o maíz de segunda, es aconsejable alternar las tareas de cosecha-siembra con un ángulo de cruce de 30° y así evitar que algún cuerpo implante sobre la cola de la cosechadora en todo el largo de la maquinada.