Así, el poco conocido presidente local, Bharrat Jagdeo, sucederá al ecuatoriano Rafael Correa en ese cargo.
En la agenda respectiva está previsto realizar un homenaje al ex secretario general, Néstor Kirchner, quien falleciera recientemente de un paro cardíaco. Su viuda, la Presidenta de la Argentina, Cristina Fernández, anunció que viajará -por el día- a Georgetown para asistir personalmente al evento.
Hay optimismo por poder anunciar allí la novena ratificación de un Estado miembro al tratado constitutivo de Unasur, que entonces entraría formalmente en vigor. Es muy posible que Uruguay sea ese noveno país ratificante. De allí, el entusiasmo de los voceros ecuatorianos, que sugieren que la mencionada entrada en vigor del tratado de la organización ocurriría efectivamente en Georgetown.
El presidente José Mujica está presionando a su Parlamento para que esto suceda esta misma semana. El Senado oriental ya lo ratificó y falta aún que lo haga la Cámara baja, que aparentemente se apresta a hacerlo en las próximas horas.
Colombia está, en rigor, en una situación similar, desde que su Cámara alta ya dio su conformidad, faltando aún la decisión formal de la Cámara baja y la posterior del propio Ejecutivo. Brasil y Paraguay están aún procesalmente bastante más lejos de poder ratificarlo. El próximo control por parte del PT del Parlamento de Brasil seguramente posibilitará que la ratificación pendiente ocurra el año que viene.
La reunión debería asimismo designar al sucesor de Néstor Kirchner en la Secretaría general del ente. A las declaraciones de Rafael Correa, aún no hay consenso en los Estados miembros sobre este tema.
Los dos candidatos aparentemente en carrera, que han sido mencionados por el ecuatoriano, son los ex presidentes: Lula da Silva, del Brasil y Tabaré Vázquez, de Uruguay. La falta de consenso, de persistir, podría frustrar la designación y eventualmente obligar a posponerla. Difícilmente aparezca un "tapado" que logre in situ el consenso que aún no se ha obtenido. Las cosas no se manejan políticamente así. Y no hay realmente razones urgentes para la precipitación.
(*) El Autor fue Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas


