“Estamos con una proyección del 23,5% de inflación de los cuales hay 5 puntos que son carne”, explicó en declaraciones al programa Cronista TV.

“La inflación macroeconómica es de 19 puntos en Argentina, más la explosión de la carne, son 24. La carne es el precio clave de la canasta familiar, y la política siempre la aplastó pensando en el corto plazo”, dijo el economista.

“En los últimos dos años fue que Argentina sufrió el mayor choque climático en 50 años. Primero tuvo la mayor sequía desde 1952, que hizo bajar la cosecha de 95 millones a 62 millones de toneladas. Después tuvo la mayor lluvia en 20 años, con lo cual los campos primero se achicaron en cuanto a la receptividad. Eso generó una oferta excedente que mantuvo los precios bajos que acentuaban la venta. Por lo tanto se inició un ciclo lógico y racional de retención y de aumento de la producción”. Concluyó su explicación, con un guiño optimista: “A estos precios la ganadería va a volver a retener tierra y va a volver a crecer”.

Una de las cosas que planteó Bein es el análisis del crecimiento de Argentina, a largo plazo: “Una agenda para convertir a Argentina en Australia es de 20 años, no de dos años. El ingreso de un país, mientras uno tiene colchón de dólares, lo puede hacer crecer al 17% por año. Llegar a ser como Australia requiere un proceso que tiene que ver con la inversión y con la productividad”.