Representantes de los gremios agrícolas y pecuarios y los diputados electos por el bloque de la unidad se reunieron ayer en la sede de Fedenaga para rechazar las amenazas del Gobierno nacional sobre la propiedad privada, ante la amenaza del Presidente Chávez de "rescatar" 750.000 hectáreas en diferentes estados del país.
Manuel Cipriano Heredia, presidente de Fedenaga denunció que existe una lista del Instituto Nacional de Tierras (INTI) donde al parecer está prevista la "confiscación" de 50 fincas en el estado Apure, y otros 200 hatos en el estado Táchira, que de concretarse afectarían severamente la producción nacional de carne y leche.
"Con la intervención de fincas y políticas de precios la producción nacional se ha venido a menos. Los precios no se revisan desde agosto de 2008 y la inflación está por encima del 60%", expresó Heredia.
Agregó que se está utilizando a la Fuerza Armada Nacional para vulnerar la propiedad privada.
Del mismo modo, denunció que funcionarios del INTI están cobrando "comisión" por autorizar los trámites relacionados con la transacción de tierras.
"La Ley de Tierras no protege a nadie y perjudica al pequeño productor porque lo utilizan y no le dan título de propiedad", expresó el dirigente.
Andrés Velázquez, director de la comisión de empleo y productividad de la mesa de la unidad señaló que están dispuestos a "enfrentar la política de asalto y robo a la propiedad privada mediante confiscaciones".
En desventaja
Durante la reunión los gremios coincidieron en que las importaciones desproporcionadas y las regulaciones de precios están asfixiando a los productores venezolanos.
El presidente de Fedenaga condenó que las importaciones de carne en canal y de ganado vivo están dejando sin espacio a la producción nacional.
Asimismo Pedro Rivas, presidente de Fedeagro, señaló que si bien es cierto que la prioridad es defender la propiedad privada también hay otras aristas que están afectando al aparato productivo.
En el caso del sector agrícola, el arrime y la colocación de la cosecha en el mercado se ha convertido en el principal dolor de cabeza de los productores, puesto que la industria y los silos están colmados de productos importados.
Los productores señalaron que ya están sintiendo los efectos de la expropiación de Agroisleña, porque han comenzado a escasear algunos insumos, lo cual genera preocupación en el sector.


