BUENOS AIRES - Los nuevos aumentos en el precio de la carne pueden activar más reclamos laborales para que se habilite una reapertura de las negociaciones paritarias.

La consultora Ecolatina señaló que los incrementos de sueldos ya firmados quedaron rezagados y, como consecuencia, no mostró sorpresa por la eventual agudización de los reclamos para abrir un nuevo ciclo de tratativas entre empresarios y trabajadores.

Para la firma --fundada décadas atrás por Roberto Lavagna--, la suba en alimentos y bebidas trepa al 31% en lo que va de 2010. En esa línea, el Indice Novillo subió 26% durante los dos últimos meses.

"La inflación superó las expectativas previstas; por eso, es lógico que los gremios con menores mejoras exijan algún tipo de compensación para revertir la pérdida de salario real", aseguró.

"De todas maneras, acortar los períodos de revisión de los contratos laborales es una opción peligrosa que puede generalizarse en la práctica: un único ajuste anual requiere de una inflación baja y predecible", agregó.

La renegociación de aquellos gremios retrasados en la carrera precios-salarios no sienta, según Ecolatina, un buen precedente para 2011 porque, de acuerdo a su interpretación, los trabajadores pueden elevar sus reclamos --sobreestimando la inflación futura-- para no repetir lo sucedido este año y en 2007.

Así las cosas, si no existen shocks --como la intensa suba de la carne-- y las alzas salariales se ubican en torno de los niveles de 2010, la inflación se mantendría en niveles similares.

Se encendió, sin embargo, una luz amarilla: "Si la mayoría de los acuerdos cierran por encima del 30%, el traslado a precios del mayor costo de la mano de obra exacerbará más las presiones inflacionarias; especialmente, en los servicios, donde los sueldos son la parte más significativa de los gastos".