El problema cardíaco de Néstor Kirchner planteó la pregunta del futuro escenario político, en caso de que decidiese retirarse del ámbito político. Pero, las posibilidades de esto son mínimas, es casi seguro que Kirchner seguirá adelante con sus planes y redoblará la apuesta que ha hecho para ganar las elecciones de 2011.
El informe político-económico de Massot & Monteverde revisa lo que ocurría antes de su intervención quirúrgica. Los números indicaban que “para llegar al 40 % de los votos que le hacen falta a fin de volver a la Casa Rosada sin dirimir supremacías en la segunda vuelta electoral, Néstor Kirchner necesita obtener 50 % de los sufragios en el principal distrito electoral del país —esto es, la provincia de Buenos Aires”.
Por este motivo, es resonante el hecho de que Kirchner reprendiera al gobernador bonaerense, Daniel Scioli. “¿Qué razón tenía, entonces, para humillarlo en público?”, cuestiona el informe. “Dicho de manera diferente: si el actual gobernador de la provincia es, de lejos, quien mejor mide en su distrito de entre los precandidatos kirchneristas y, además, ha demostrado un grado de servilismo sólo superado, en tiempos ya idos, por Héctor Cámpora respecto de Juan Domingo Perón, agredirlo al ex–motonáuta delante de todos los que se hallaban presentes en el acto partidario de la Boca y de los millones que luego se enteraron por los medios, fue como acogotar a la gallina de los huevos de oro cuando más se requiere del metal precioso”.
Medidos el episodio y la reacción del santacruceño con arreglo a unos parámetros
normales, opinan Massot & Monteverde, resultan incomprensibles. “Inclusive si al marido de la presidente le sobrase imagen positiva y tuviese una altísima intención de voto en Mendoza, Córdoba, Santa Fe y la Capital Federal, nada justificaría ensañarse de tal manera con un mandadero que, por espacio de años, no sólo ha sido de una fidelidad absoluta, sino que ha aceptado con una mansedumbre digna de mejor causa la relación amo-esclavo sin decir esta boca es mía”.
“Sucede, sin embargo, que el político patagónico carece de peso electoral en los cuatro
distritos antes mencionados y es por esa razón que cualquier esperanza o plan que tenga para salir airoso en octubre del año próximo en las elecciones presidenciales, depende de su performance en Buenos Aires. Lo que es indistinto a decir que, en buena medida, su suerte está atada a la de Scioli”, señalan.
¿Midió las consecuencias de su acto? Casi con seguridad pasó por alto el análisis de los
efectos que podría arrastrar un reto tan perverso enderezado a expensas de un personaje patético, si se lo considera desde el punto de vista de su vasallaje consciente, pero al mismo tiempo un dirigente que, desde 2003, lo ha seguido a sol y a sombra incluso tragándose sapos de magnitud y dejando detrás suyo jirones de su integridad intelectual y personal.
Scioli no reaccionará de la misma manera que lo haría la mayoría de los mortales. De
hecho, después de la reprimenda, no tuvo mejor idea que explicarle a aquellos que le reclamaban más energía la peregrina teoría de que Kirchner lo había tratado de ayudar. De modo tal que los problemas para el santacruceño no vendrán del lado del gobernador. Podría zamarrearlo de la manera más perversa en el futuro y siempre hallaría de parte de él la respuesta de un esclavo.


