Federación Agraria (FAA) y Coninagro, dos de las cuatro entidades que componen la mesa de enlace nacional, insisten en que el Congreso debe propulsar una segmentación significativa por escala productiva en los derechos de exportación.

El titular de Coninagro, Carlos Garetto, considera que el proyecto, impulsado por los diputados Juan Casañas y Ricardo Buryaile y que obtuvo el dictamen de mayoría, “no es el ideal” porque debe existir una diferenciación entre pequeños y grandes productores que “los ubique en el mismo plano de competitividad”.

Asmismo, el vicepresidente de Federación Agraria Argentina (FAA), Omar Barchetta, manifestó que el proyecto, “seguramente va a tener modificación y se va a llegar a un acuerdo, para tener dictamen único”.

El martes pasado se aprobó el modelo que establece retenciones para las exportaciones de soja del 30 por ciento y del 10 por ciento para el maíz y productos de carne vacuna, y su eliminación para frutas, verduras, vinos y mosto, miel y otros productos regionales.

Pero hubo además, dos dictamenes de minoría. Uno pertenece a los ex dirigentes de la Federación Agraria, Ulises Forte y Pablo Orsolini, quienes proponen que se segmenten las retenciones para proteger a pequeños y medianos productores; “retenciones cero al 90% de los productores, que son los que acceden a menos del 20% de la renta”, argumentaron.

Y el otro dictamen es del diputado socialista por Entre Ríos, Lisandro Viale, quien acompañado por Proyecto Sur, considera indispensable segmentar por escala productiva, con retenciones cero para los productores con hasta 600 toneladas de soja; 1.000 de trigo; 2.400 de maíz; 1.800 de sorgo y 700 de girasol.

A la cuestión pendiente por un dictamen sobre retenciones, se suma el tratamiento de un proyecto sobre la modificación de la Oncca, pero al momento, la Comisión de Presupuesto no ha convocado a una sesión.

Por su parte, la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), mostró su apoyo al dictamen logrado por la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados para cambiar el régimen de retenciones, destacando el esfuerzo de los legisladores para lograr los consensos necesarios que impulsen un cambio en las políticas agropecuarias de la Argentina. No obstante, ratificó su posición frente a los derechos de exportación, y confirmó que la cadena que nuclea a ambos cultivos, consensuó la necesidad de contar con retenciones cero en todos los eslabones que la componen.

Desde las voces del Gobierno Nacional con respecto a este debate, el ministro de Economía, Amado Bodou, defendió la política del pago de los derechos de exportación a los productos agropecuarios, por el efecto que producen sobre la economía general, alegando que "el actual sistema de tipo de cambio que maneja el Gobierno, con retenciones a las exportaciones, ha permitido al país superar una dicotomía histórica entre campo o industria". Y agregó: "Este año tenemos record de producción agrícola y de automotores, lo cual quiere decir que el sistema funciona para el conjunto de los argentinos".

Se refirió a los sectores de la oposición como "voceros de la Sociedad Rural o de la Unión Industrial, ya que cuando la clase política se pone de vocera de algún sector al país en general le va mal". Del mismo modo, manifestó que "cuando nuestro país fue sólo agrícola ganadero fue un país para muy poca gente, y el resto quedaba excluido. El Gobierno tiene que adoptar medidas pensando en el conjunto de la sociedad".

El próximo paso es el tratamiento en la comisión de Presupuesto y Hacienda, presidida por el santafesino Guillermo Marconato, del Frente Para la Victoria (FPV), en donde, a pesar de que el número de votos es parejo entre oficialismo y oposición, será el bloque kirchnerista el que tome la decisión de habilitar la discusión sobre el tema.

Marconato tiene un plazo de 30 días para citar a la comisión. Si no llegara a tratarse el proyecto en ese período, la oposición planea colocarlo en la primera sesión ordinaria que corresponda.

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