Los futuros de la soja en Chicago se dispararon ayer y cerraron a u$s 374 la tonelada, el mayor valor en seis meses para los contratos con vencimientos más cercanos. El fuerte repunte, de más de 2% se produjo tras varios días de volatilidad y obedeció a renovados temores de inversores y fondos especulativos respecto de la apretada oferta disponible, que puede agudizarse en los próximos meses si persisten condiciones climáticas adversas para los cultivos de Estados Unidos.

En ese marco, la soja tocó ayer en Chicago el precio más alto desde el pasado 8 de enero, cuando los futuros más cercanos quedaron en u$s 375 la tonelada, en medio de un panorama global donde la oferta también era ajustada y, como ahora, existían temores por los posibles daños que el clima (excesivo calor y falta de lluvias) causara a los cultivos que en ese momento crecían en los campos de América del sur. Desde ese momento y hasta ahora, el precio internacional de la soja se movió en torno a u$s 350, con un pico a principios de mayo que lo llevó por encima de u$s 360 la tonelada, previo a la crisis europea y el fortalecimiento del dólar frente al euro.

La diferencia entre el escenario de enero y el actual está dada en que, a principios de año, la ajustada oferta respondía a las diezmadas producciones en Brasil y Argentina, que vieron retroceder un promedio de 40% sus proyecciones de cosecha 2008/09 por la fuerte sequía. En la actualidad, en cambio, todavía existe disponible buena parte de las que terminaron siendo supercosechas sojeras, brasileña (en torno al 30% todavía está en mano de los productores) y argentina (casi el 40% sigue en silobolsas) para vender al mundo. No obstante, los inversores toman posiciones en el mercado estadounidense, donde quedó un remanente del ciclo anterior mientras se espera que a partir de septiembre comience a ingresar grano de la campaña 2010/11. Y ahí entra en juego la preocupación por el clima caluroso y seco que afecta las áreas productivas norteamericanas, en un momento crítico del crecimiento de la soja, y que puede derivar en pérdidas de áreas cultivadas. Por eso, la mejora de las cotizaciones en Chicago también llegó ayer a los vencimientos más prolongados, con subas de hasta 2,7% para la posición noviembre, que terminó en u$s 363 la tonelada, el mayor valor en dos meses.

La disparada de los precios en Chicago impactó en el mercado local, que ya venía en alza, aunque de a $ 5 por tonelada en los últimos días, ante la necesidad de los exportadores e industria de hacerse de mercadería disponible y la reticencia de los productores a desprenderse de la oleaginosa a precios relativamente bajos.

Así, ayer en Rosario, se ofertó $ 980 por tonelada disponible de soja, 1% por encima del cierre previo. De esta forma, la oleaginosa disponible marcó en el recinto bursátil rosarino el mayor precio en cinco meses. Y, aunque a paso lento, se acerca cada vez más a los $ 1.000, que no toca desde fines de enero, el precio al que aspiran los productores para accionar una fuerte liquidación de mercadería.

Los analistas creen que ese precio puede llegar a principios de la semana próxima, por la pulseada entre exportadores e industrias por hacerse del grano ante productores a la expectativa. Es más, a $ 980 la tonelada no se vendieron más de 3.000 toneladas en Rosario y hubo rumores de que los $ 1.000 llegaron por fuera del recinto, por lo que habría registrado un mayor volumen negociado.