A pesar de los desafíos que creen ver algunos con sus actitudes, el límite permanente de Moyano es el acuerdo político que mantiene con el Gobierno, donde cada parte cede para beneficiarse.

La presidenta Cristina Kirchner todavía no anunció oficialmente el decreto que aumenta el salario a partir del cual se paga el impuesto a las ganancias, pero se espera que lo haga la semana próxima al regreso del viaje que emprenderá mañana a Canadá, donde compartirá con los sindicalistas de la CGT (y con Moyano como jefe de la delegación) el II Congreso de la Confederación Sindical Internacional, que se realizará en Vancouver.

Con sus fieles aliados gremiales, la Presidenta compartirá luego en Toronto, durante el próximo fin de semana, la cumbre de países desarrollados y emergentes que se reúnen en el G-20. Por eso, se demore más o menos el decreto presidencial, Cristina Kirchner decidió que el alza del mínimo salarial para estar alcanzado por el tributo, que impedirá un mayor descuento a quienes se beneficiaron con incrementos en las paritarias, regirá con retroactividad. Eso tranquilizó a los sindicalistas.

En la CGT temían por una postergación del anuncio de la medida, dados los efectos de la inflación creciente, y justo frente al inminente pago del medio aguinaldo.

Con el reaseguro oficial, Moyano firmó ayer, bien rápido y como estaba previsto, la paritaria de los camioneros con los empresarios del autotransporte de cargas y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, recién llegado de la asamblea mundial de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que se realizó en Ginebra, Suiza.

Acuerdo desde temprano

A pesar de cierto tono enigmático que quiso darle anteayer Moyano a las negociaciones, al definirlas como "duras" y sin una solución inmediata, ayer todo estaba arreglado desde bien temprano.

El gremio aceptó un incremento salarial del 25%, que los choferes recibirán en tres cuotas de 13% a partir del 1° de junio y del 6% en noviembre e igual porcentaje en marzo de 2011. Mientras, en las restantes ramas de la actividad el aumento será del 24%, también pagadero en tres cuotas.

El convenio beneficia a los camioneros, quienes tienen un elevado promedio de sueldos. Y el porcentaje conseguido no debe hacer caer en engaño frente a otros superiores pero que parten desde un piso salarial más bajo, como ayer ocurrió con los empleados del sector gastronómico, de su rival sindical Luis Barrionuevo, que obtuvieron el 35% de aumento.

Moyano destacó la "madurez" del sindicalismo. Y hasta retó a quienes pronosticaron "un desborde" en las negociaciones. "Se alcanzó un acuerdo equilibrado para los empresarios y los trabajadores", opinó, olvidándose de que él mismo fue el que la semana pasada envió al sector empresarial una nota en la pedía aumento "no inferior al 31 por ciento".

Un tironeo clásico del camionero, para lograr que en la Casa Rosada no se olvidaran del acuerdo por Ganancias y del que rápidamente desistió cuando se enteró de que todo estaba encaminado.