Pagina nueva 1

Mientras la cosecha de soja y maíz ingresa en la recta final y los rendimientos promedio se mantienen por el momento en niveles récord de 30,8 y 88,4 quintales por hectárea, respectivamente, en el campo no pocos productores ya comenzaron a pensar en la próxima siembra.

Si bien la foto de la campaña no fue igual en todas las zonas, ya que en algunas regiones hubo pobres rindes, en la región agrícola núcleo del norte bonaerense, sur de Santa Fe y sudeste cordobés, en general, hubo rendimientos aceptables.

Con ese trasfondo positivo, aunque tímidamente, empezaron a renegociarse los contratos de alquiler de la nueva campaña 2010-2011, y ya se habla de incrementos en los precios de los alquileres en torno al diez por ciento para las tierras de buena aptitud agrícola versus el ciclo pasado.

En esos casos, el disparador de los precios son los resultados de la cosecha y las perspectivas para la próxima siembra.

En la Argentina, alrededor del 60 por ciento de la producción se realiza sobre tierras de terceros y la hacen productores, contratistas y pools de siembra que alquilan el campo de otros para producir.

En el ciclo 2008-2009, quienes produjeron en campos alquilados sufrieron, por la sequía, pérdidas de hasta 300 dólares por hectárea y, según los especialistas, pese a la mejor performance de la actual cosecha, aún necesitarán una o dos campañas buenas para recuperar el quebranto.

"Los propietarios les están pidiendo a los arrendatarios alrededor de un 12 por ciento más que la campaña anterior. Lo que el año pasado [por la última campaña] se arrendó en Venado Tuerto a 16 quintales de soja por hectárea, hoy el dueño del campo pretende fijarlo para el nuevo contrato en 18 quintales por hectárea", comentó Marcos Lanusse, consultor. Para Lanusse, la suba de los alquileres agrícolas terminará promediando un diez por ciento en "los mejores campos".

Eduardo Fitz Gerald, director de Compañía Argentina de Tierras (CAT), explicó que el mercado de alquileres agrícolas "todavía no está "armado", ya que está concluyendo la cosecha. La negociación de los contratos, en general, demoró en arrancar, ya que muchos productores querían tener certeza primero de los rendimientos que se iban a alcanzar.

De todos modos, Fitz Gerald proyectó que se van a registrar mejoras en los precios "del 5 al 10 por ciento para la zona de la pampa húmeda". "Gente que renovó ya lo hizo con uno o dos quintales más", comentó el director de CAT.

Para el especialista, en la zona de Pergamino, en la región núcleo bonaerense, los alquileres que estaban en torno a los 16 quintales de soja por hectárea este año pasarían a estar "estandarizados" en los 18 quintales.

Por efecto de la sequía
En el último ciclo, tras la sequía, en gran parte de las zonas agrícolas los arrendamientos bajaron y, en vez de quintales fijos, muchos contratos se hicieron combinando parte en quintales fijos y parte con el pago a porcentaje de la producción. En este contexto, si bien hay especialistas que prevén una recomposición de los precios, no llegarán a igualar a los valores previos al ciclo 2008-2009, antes de la sequía.

"Hubo una leve recuperación, aunque no se llegó a igualar los precios que se pagaban antes de la fatídica 2008-09", expresó Mariano Maurette, de la sección campos de Alzaga Unzué & Cía. Para Maurette, la recuperación de los precios podría ser del diez por ciento. Como disparador influye la perspectiva de los precios para los granos.

A todo esto, según Alberto Marchionni, productor de la zona de Hughes, Santa Fe, en la región núcleo los contratos se están renovando "al mismo valor del año pasado", cuando ya habían bajado de 15 a 17 por ciento.

No alcanza
Pese a la recuperación de los precios de los alquileres, no pocos especialistas destacan que al margen de la buena cosecha no se recompondrá la rentabilidad de las empresas que sufrieron quebrantos por la sequía. "Si bien en términos generales fue un año bueno, esto no alcanza para recuperar las pérdidas del ciclo anterior. Mi opinión es que se van a necesitar de 2 a 3 campañas como ésta para recuperar las pérdidas", señaló Guillermo Villagra, socio de la consultora Openagro.

Villagra precisó que en zonas del Sudoeste, donde hubo pérdidas de rendimientos, no habrá que esperar subas en los arrendamientos.

En este contexto, a los productores les preocupa el incremento de los costos de cara a la próxima campaña. De hecho, ya vienen subiendo los fletes y diversos insumos, como fertilizantes. A modo de ejemplo, un trabajo de Juan Ray Kelly, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), ejemplifica lo que ocurrió con los fletes.

"En el caso de la zona de Pergamino, según un estudio de la Sociedad Rural de la zona, la incidencia del flete se ha incrementado desde la campaña pasada un 75 por ciento, medido en quintales. Es paradójico que, a pesar de incrementarse el volumen a transportar en un 75 por ciento ?es decir, el número de viajes?, el valor de los fletes se haya incrementado en igual cuantía", señaló.