No era novato en el sector, ya que producía desde hacía años vinos en California. Hoy, su bodega Urraca Wines elabora 70.000 botellas de alta gama al año, con las marcas Primera y Familia Langley (de $ 160 a $ 300), que vende en su mayoría en Estados Unidos.
Durante su visita a Buenos Aires, el gerente general de Urraca Wines y piloto de aviación, Jean Pierre Bieri, conversó con El Cronista sobre el mercado local y el crecimiento del malbec en EE.UU.. Hijo de suizos y criado en Buenos Aires, Bieri vive en EE.UU., donde fue piloto privado de varias estrellas, como Charlie Sheen, Marlon Brando o Nicolas Cage. Tras pilotear el avión de la familia Langley, está hoy al mando de su bodega.
– ¿Cómo surgió la idea de hacer vinos en Mendoza?
–Los Langley probaron los vinos argentinos hace 11 años, cuando vinieron de vacaciones. En 2004, surgió la idea de producir en la Argentina o Chile. Para decidirse, hicieron un concurso interno de cata a ciegas con vinos de ambos países y ganó la Argentina. A fines de 2006, compraron 47 ha. en Agrelo con vides antiguas y elegimos a Walter Bressia como enólogo.
–¿Es un proyecto exportador?
–Al inicio, la idea era vender 50% en el país y 50% en el exterior, pero la ecuación resultó 10% acá y 90% a EE.UU., México y Canadá. Pero para vender ese 10% en el país necesitamos más esfuerzo que para el 90% afuera. El problema se genera en el canal de venta, hay que dar muchos descuentos para ingresar, algo no sencillo para una bodega pequeña. Me preocupa que el consumidor local no pueda acceder a muchos vinos por el precio, que se eleva mucho en la distribución. Aquí cuesta $ 300 el que se vende a u$s 45 en EE.UU. Me gustaría que más gente pudiera probar nuestros vinos; vine a Buenos Aires para mejorar la distribución.
–¿Los vinos argentinos lograron posicionarse en EE.UU.?
–La Argentina hoy es sinónimo de malbec en EE.UU. y de vinos de buena relación calidad/precio. Pero se venden muy bien sobre todo en u$s 10 la botella. Hay que intentar cambiar eso y mostrar que la calidad es consistente en cualquier precio, de u$s 6 a u$s 200. Pero ya logró posicionarse; hace 13 años, conseguir un vino argentino era como jugar a la búsqueda del tesoro. Hoy están en las vinotecas y desplazan cada vez más a los chilenos.


