Con está cobertura, la mayor de la historia del país, la cosecha de la oleaginosa estrella alcanzaría un nuevo techo, de 51 millones de toneladas, muy por encima de los escasos 32 millones del año pasado.
Desde los inicios del conflicto con el sector agropecuario, a principios de 2008, el Gobierno demonizó al cultivo, que por otro lado tributa retenciones del 35%. Pero la sequía y las políticas de limitación de las exportaciones de cereales hicieron que la Argentina –tercer exportador mundial de soja y primero de harina y aceite derivados– supere los 47,5 millones de toneladas del récord anterior, registrado en 2007.


