Hamburgo - La revista Oil World elevó ayer su estimación de cosecha de soja en la Argentina y Brasil, los principales productores de Sudamérica, y agregó que esto podría hacer caer los precios internacionales.
La publicación calculó que la Argentina recolectará 51 millones de toneladas de soja en la campaña 2009/10, frente a los 48 millones estimados en diciembre y a los apenas 32 millones correspondientes al ciclo anterior, cuando el país fue azotado por una feroz sequía.
«Las proyecciones de la soja (argentina) mejoraron mucho después de las abundantes lluvias registradas durante las últimas semanas en la mayoría de las áreas productoras», precisó la revista con sede en Hamburgo.
No obstante, el pronóstico no coincidió con algunas estimaciones argentinas que calcularon hasta 53 millones de toneladas, debido a que Oil World consideró que la siembra tardía y la escasa calidad de algunos granos podrían limitar los rendimientos.
A su vez, la cosecha 09/10 de Brasil alcanzaría entre 64 y 65 millones de toneladas de soja, desde los 63,7 millones de toneladas calculados en diciembre y los 57,4 millones producidos en la temporada previa.
Las proyecciones de Brasil también son favorables, aunque persisten los temores respecto del impacto que tendrá la roya de la soja sobre los cultivos, precisó la revista especializada en oleaginosas y productos derivados.
Mientras tanto, algunos productores menores de Sudamérica también obtendrían una cosecha más amplia de soja. Paraguay recolectaría un récord de 6,9 millones de toneladas en 2010, en un alza de 3 millones de toneladas desde el ciclo anterior, pronosticó Oil World.
«Esto impulsará las exportaciones de Paraguay a un nivel muy alto este año (...) Los embarques aumentarán significativamente a partir de febrero», añadió.
A su vez, la producción de Uruguay alcanzaría 1,7 millón de toneladas, frente a los apenas 0,54 de millón de la campaña 08/09, calculó.
Las amplias cosechas podrían provocar mermas en los precios globales de la
soja, anticipó la publicación. Sin embargo, hay varios factores que todavía
pueden limitar el crecimiento de la oleaginosa en Sudamérica, especialmente el
clima reportado en Brasil, que dificultó la aplicación de fungicidas en los
cultivos amenazados por la roya.


