El sector agropecuario perdió ayer otro dirigente cercano a sus reclamos. Emilio Monzó, hasta ayer ministro de Asuntos Agrarios bonaerense y un hombre de diálogo fluido con el agro, fue echado por el gobernador Daniel Scioli. A pesar de considerar el desplazamiento de Monzó como una provocación más desde el oficialismo, la mesa de enlace nacional acordó anoche no extender el paro ganadero y cerealero, que concluirá con el último minuto de mañana tal como estaba programado.

Los presidentes de las cuatro entidades rurales adoptaron esa decisión tras casi 5 horas de reunión, en la que hubo posturas encontradas sobre la conveniencia de mantener el cese de comercialización de granos y vacas. Finalmente, los líderes rurales acordaron y desactivaron los fuertes intentos de los sectores más duros por extender las jornadas de nula venta de la materia prima al menos hasta el martes, en coincidencia con el día del Agricultor. También, los dirigentes hicieron caso omiso a las, consideradas por ellos mismos, últimas provocaciones oficiales: ni los vetos parciales a las leyes de declaración de emergencia agropecuaria en seis provincias ni el desplazamiento Monzó, y su reemplazo por el intendente de Chivilcoy, Ariel Franetovich, torció la decisión de mantener inalterable el fin formal del séptimo paro que el campo le hace a la administración Kirchner.

Sin embargo, afirmaron que no será el fin del plan de lucha. Para el martes están confirmadas concentraciones de productores, tractorazos y actos con dirigentes nacionales en Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Chaco. Y la intensión es que las distintas entidades provinciales organicen nuevas movilizaciones y protestas para mantener vivo el reclamo, “que tiene como objetivo que el Gobierno escuche y que se lleven soluciones a los problemas de los productores”, enfatizó Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales (CRA) al término del encuentro de la mesa de enlace.

No fue fácil llegar a ese resultado. Los presidentes de las cuatro entidades agropecuarias estuvieron casi 5 horas discutiendo, consultando a segundas líneas y haciendo un sondeo de cómo estaba el humor, y los ánimos, en los distintos piquetes del interior. Existía una fuerte presión para extender la protesta, que incluso dejó en claro el presidente de Federación Agraria (FAA), Eduardo Buzzi, quien había llegado al encuentro con sus colegas con “mandato de seguir de paro”.

Pero finalmente se impusieron los deseos de la Sociedad Rural (SRA) y Coninagro, que habían señalado en los últimos días que no estaban seguros de la efectividad del paro en materia de llevar soluciones a las necesidades de los productores, y que ahora llegaba la hora de intentar una nueva negociación con el Gobierno. Una parte de Confederaciones Rurales (CRA), también consideraba a ese como el camino correcto. Sobre todo después del mínimo gesto del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien aseguró que volverá a convocar a los líderes rurales una vez que finalice la protesta.

Quien quería mantener el paro por algunos días más, y no lo consiguió, era Buzzi, y algunos representantes de entidades provinciales decían lo mismo. Por caso, en Córdoba, los mismos productores que el lunes decían que el paro tenía que terminar mañana, ayer estaban convencidos que había que seguir, comentaron desde la filial Córdoba de FAA.

Al momento de anunciar el fin del paro, Llambías agradeció el “esfuerzo de todos los productores, que permitieron que el paro sea total, con nulo comercio de granos y carnes".