Una maleza conocida como "flor amarilla", declarada plaga para la agricultura en el sudoeste bonaerense, podría convertirse en forraje para el ganado en épocas de extrema sequía, ya que cuenta con similar calidad nutricional que la alfalfa pura, según estudios realizados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
La flor amarilla, o Diplotaxis tenuifolia, es una hierba invasora originaria de Europa que fue introducida en esta zona como planta melífera (producción de miel), pero que con los años se transformó en una importante plaga para la agricultura de la región.
Un cable de la agencia Télam indicó que estudios preliminares efectuados por especialistas de la Estación Experimental del INTA, con asiento en la localidad de Bordenave (Buenos Aires), muestran que la plaga "podría transformarse en un valioso forraje para alimentar al ganado en épocas extremas de sequía".
El INTA Bordenave ya experimentó con éxito el engorde de ganadería bovina con ramas de eucaliptos, y ahora, en forma paralela a las pruebas con la flor amarilla, hace lo propio con la llamada "paja viscachera", como alternativa para suplir la falta de pasto ante la intensa sequía.
"La ‘flor amarilla’ es una maleza que hasta ahora sólo sirvió para la apicultura y siempre fue un enemigo del hombre de campo, pero ahora estamos frente a una posibilidad interesante de transformar esta plaga en un alimento para el ganado en períodos de sequía", comentó a Télam Aníbal Fernández Mayer, máster en nutrición animal del INTA-Bordenave.
La planta de flor amarilla secada en un galpón y luego analizada por los especialistas del INTA "arrojó que los valores de calidad son muy similares a la alfalfa pura, y esa calidad está en las hojas de la planta", explicó Fernández Mayer.


