El Gobierno podría frenar, o por lo menos, poner trabas a la venta de La Serenísima a Danone si Pascual Mastellone, dueño de la tradicional marca de productos lácteos, y el grupo francés no aceptan incluir como parte de la operación a empresarios argentinos. La alternativa es barajada en las oficinas de la empresa láctea donde estiman que las autoridades podrían utilizar a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) como instrumento para congelar esta operación de traspaso de las acciones de una de los grupos alimenticios más emblemáticas de la Argentina.
Si bien fuentes de La Serenísima declinaron opinar sobre las versiones, en el mercado se estima que el argumento que utilizaría el organismo que orienta el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, estaría relacionado con la fuerte participación de mercado que la empresa tiene en la producción de leche fluida, donde controla el 70% del market share.
“A pesar de que Danone ya es socia de Mastellone, el Gobierno no va a aceptar que un grupo extranjero maneje un negocio tan sensible para las autoridades”, argumentan quienes creen viable que el Poder Ejecutivo quiera frenar la transacción.
Sin embargo, otras fuentes indican que la transacción está prácticamente cerrada pero que la intención es no hacer el anuncio hasta pasadas las elecciones, para quitarle el tinte político que tendría la noticia del paso a manos francesas de la principal marca láctea del país.
Mas allá de la fecha del desenlace, Pascual Mastellone ya tomó la decisión de abandonar el negocio no solo por los problemas financieros que sufre su compañía sino porque considera que esta situación fue en gran parte creada por las políticas de precios del Gobierno.
La firma registró pérdidas por $ 265 millones en 2008 y cerró el primer trimestre de este año con un rojo de $69 millones. Además tiene problemas de gestión, ya que la familia de don Pascual no tendría intenciones de continuar gerenciando la empresa cuando se retire su fundador. Y el socio elegido no es casual ya que la francesa Danone ingresó hace 10 años como accionista a La Serenísima y fue ampliando su participación. Hoy controla las líneas de yogures, flanes y postres y la distribución de los productos de Mastellone.
Las fuentes recuerdan además que la empresa fue la única que firmó todos los acuerdos de precios promovidos por Moreno y que por eso se intentaría colocar como socio en la transacción a algún grupo empresario nacional. Entre los trascendidos, figuran los nombres de la familia Eskenazi y el grupo IRSA, a través de Cresud.
Ayer, la firma envió una carta a la Comisión Nacional de Valores (CNV) en respuesta a una nota publicada ayer por La Nación, en la que no desmiente ni admite su venta a Danone y sólo se limita a informar que “se han analizado preliminarmente distintas alternativas de negocios, destacándose que no existe ningún acuerdo al respecto”.


