La migración de hacienda es el “primer cambio estructural importante en la Argentina de los últimos años”, y en ese desplazamiento los animales fueron mudados a zonas marginales con menor rendimiento, advirtió el responsable de Ganadería de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), Fernando Canosa.
La soja y el resto de los granos gruesos compitieron con la ganadería, ya que
sólo en la zona pampeana se pasó de unos 11 millones de hectáreas agrícolas
ganaderas en 1994 a casi 20 millones en las últimas campañas. “Esto se hizo en
gran parte, a expensas de la ganadería”, dijo Canosa a Noticias Argentinas en un
encuentro realizado por Confederaciones Rurales Argentinas.
Otra posibilidad para conservar la superficie destinada a la ganadería es
invertir más en forrajes y aumentar la cantidad de vacas en producción: “A los 3
millones actuales podemos sumarles 1,5 millón de toneladas más, sostuvo el
especialista.
“El crecimiento tanto de vacas como de terneros permitiría incrementar el 50 por
ciento el tonelaje de carne a producir”.
INDICÓ CANOSA. Sin embargo, analizó que “el sistema de compensaciones
está favoreciendo el engorde liviano” y que habría que “desarticular el esquema
de subsidios para mejorar el valor del novillo para el que hace invernada, pero
sin afectar los precios del consumo interno.
Canosa tiene optimismo y considera que en el corto y mediano plazo, el panorama
impactará en formar de revancha a la ganadería.
“Se va a producir un rebote de los precios y los que tuvieron posibilidad de
mantener el rodeo se van a salvar. Pero lamentablemente muchos quedarán en el
camino”, advirtió.
Otro tema que los preocupa es que se libere la exportación de cortes traseros
“para que el criador pueda recibir un valor acorde por esta categoría”.
En septiembre del año pasado, cuando la tonelada del cupo europeo cotizaba a 21
mil dólares, los productores recibían 6,40 pesos por kilo.
“Si se sigue compensando al novillo liviano, es lógico que falten animales
pesados y de seguir así las cosas, el novillo pesado va a desaparecer y con
ello, la exportación y si no hay exportación, el precio de la carne en góndola
subirá más”.
A partir del acuerdo firmado el 3 de marzo de 2009 —y mediante Resolución
2238/2009 de la ONCCA— se establece un ROE diferenciado de administración rápida
para cinco cortes de carne vacuna de alto valor: lomo, bife angosto, cuadril,
bife ancho y tapa de cuadril.
Canosa insistió en que la exportación “lejos de ser un problema para el consumo,
es el complemento que incide para que los argentinos puedan consumir carne más
barata porque los cortes de mayor valor que se exportan ayudan a que el resto se
pueda volcar en el mercado interno a un menor precio”.


