La economía argentina todavía no  habría encontrado el piso de la crisis, sino más bien se hallaría  en pleno proceso recesivo, aseguró un informe privado, que abonó su  hipótesis en la “fragilidad” que muestra la política económica de  Gobierno para evitar, por ejemplo, la salida de capitales que  lesiona el sostenimiento de la demanda.

De acuerdo a un análisis del área de Estudios Económicos del  Banco Ciudad, algunos analistas pronostican la cercanía de un piso  en el ciclo recesivo.

La tesis central es que un rebote del precio de las  commodities agrícolas y las incipientes mejoras que se presentan en la  velocidad de contracción del comercio global en los últimos dos meses,  permitirían dar soporte a una recuperación suave en la segunda  mitad de 2009.

Sin embargo, los economistas del equipo que conduce Luciano  Laspina indicaron que las principales razones detrás de la caída del  nivel de actividad tienen sus raíces en “fragilidades internas de  la política económica que fueron desnudadas, pero no provocadas  por la crisis internacional”.

“Estas fragilidades se resumen en los requisitos que exige el  FMI para otorgar nueva asistencia y por los cuales Argentina  todavía no califica para obtener financiamiento externo: una política  macroeconómica prudente, estadísticas confiables y acceso regular a  los mercados de deuda”, subrayaron los analistas.

A su criterio, la historia por el lado de la demanda es menos  animosa, ya que la salida de capitales del primer trimestre,  “espejo de la desconfianza y la caída del consumo y la inversión, es  poco alentadora para sostener la tesis de una mejora”.

Para estos analistas, “el problema central que dificulta una  rápida salida de la recesión es la incapacidad de ejecutar  políticas contracíclicas”.

Así, destacaron que “falta financiamiento externo para  ejecutar una expansión fiscal genuina, y confianza en la moneda para  empujar una política monetaria más expansiva, y sobra inflación para  impulsar una devaluación más agresiva del tipo de cambio”.

“Esta es la mayor diferencia de Argentina respecto al resto de  la región y desafía la tesis que sitúa a nuestro país en el mismo  club que hoy integran Brasil, Chile, Colombia y Perú, entre  otros. La agenda de política económica requiere aquí algo más de  imaginación que la simple apuesta a una suba de precios internacionales  y una mejora en la campaña agrícola 2010/11”, concluyó el informe. (DyN)