CFK anunció la creación de un "fondo federal solidario" que entregará a gobernadores e intendentes US$ 1.770 millones por derechos de exportación. La distribución se hará igual que con la coparticipación de impuestos. Las arcas provinciales obtienen un ingreso adicional del 11%. Los fondos irán a obras sociales. El 70% de las retenciones al yuyo seguirán en poder de la Nación. Idéntica estrategia antes que el voto "no positivo": Los 30 hospitales que nunca fueron.


El Gobierno entregará a gobernadores e intendentes unos US$ 1.770 millones. Será en concepto del 30% de lo que recauda la Nación en concepto de derechos a la exportación de soja. Lo hará a través de un "fondo federal solidario" que deberá distribuir las partidas según los coeficientes que se rigen para la coparticipación federal de impuestos. Los fondos, que implican un ingreso adicional del 11% para las provincias y los municipios, a obras sociales.

“He tomado la decisión para que, por primera vez en la historia de nuestro país, los derechos de exportación a la soja sea coparticipado con provincias y municipios”. Así tiró la presidente Cristina Kircher una nueva bomba política poco minutos antes de partir a Brasil. Lo hizo en la Quinta de Olivos y ante un elenco de funcionarios, dirigentes y organizaciones similar a la puesta en escena de aplausos a la que apeló Néstor Kirchner cuando anunció el pago de US$ 9.000 millones al FMI.

Hasta ahora, los ingresos por retenciones a granos y carnes quedaba en poder de la Nación.

Tras declarar un superávit fiscal de 1.600 millones de pesos, anunció la coparticipación de las retenciones a la soja “con el mismo sistema de la ley de Cheques: 70% para la Nación y 30% para las provincias”. “Estos fondos serán destinados a infraestructura social: escuelas, viviendas, agua potable, cloacas; de modo tal que la resignación que la Nación hace de esta parte del superávit impacte en la calidad de vida de la gente", explicó.

El discurso de la Presidente trae a la memoria aquel del 10 de junio del año pasado, en el que buscó cerrar el conflicto con el campo anunciando que lo recaudado por la suba de las retenciones estaría destinado a un fondo que se repartiría en las provincias a través de convenios con los gobernadores.

Esta medida, anunciada por Cristina “en el marco de las tomadas para el sostenimiento de la actividad económica y el empleo”, se concretará a través de un decreto de necesidad y urgencia: “Creo que este es el tercero que firmo, y tiene que ver con dar, no sacar ni quitar. Tiene que ver con un criterio de país en el cual todos tenemos que articular esfuerzos y ayudar para salir adelante”, expresó la Presidente.

“Creo en la redistribución del ingreso en términos sociales y geográficos. Esto (las retenciones) es un derecho lícito y constitucional de la Nación que será compartido con provincias y municipios. Les pido a todos los intendentes y gobernadores mucha aplicación en la administración, mucha responsabilidad”, agregó.

Cristina Kirchner explicó que este fondo nacional solidario repartirá US$ 1.776 millones, lo que significa un incremento del 11% en los fondos impositivos coparticipados en la actualidad.

“Esta decisión va en dirección de contribuir, no pensando en cómo me va a ir a mí, la patria somos todos, no hay posibilidades de que unos se salven mientras el resto se cae”, enfatizó.

AQUELLOS 30 HOSPITALES.
En junio de 2008, en el Salón Blanco de Casa de Gobierno, Cristina Fernández de Kirchner intentaba terminar la guerra gaucha con un golpe de efecto que ponía a la pobreza como eje de discusión: "Tenemos que interrogarnos acerca de si estamos dispuestos a abordar el problema porque, sin redistribución del ingreso y sin tocar rentas extraordinarias, compatriotas, es imposible", reclamaba entonces.

Hoy, si hay dos cosas que no se le pueden achacar a la Presidente, es falta de coherencia o voluntad. Casi un año más tarde, también en pleno conflicto con el campo -y productores cortando rutas una vez más-, anunció la creación del fondo solidario nacional: una idea que también fracasó tras el "voto no positivo" de Cobos a la 125.

En su discurso del 10 de junio, por cadena nacional y desde Casa Rosada, Cristina había anunciado que a través del decreto 904, el gobierno nacional creaba el Programa de Redistribución Social, un fondo que repartiría entre las provincias lo recaudado con el aumento de las retenciones.

Aquel plan, trunco, incluía la construcción de 30 hospitales y más de 300 centros de asistencia primaria a la salud, viviendas populares, urbanas y rurales, y caminos rurales.