La Asociación Maíz y Sorgo Argentino (MAIZAR), estuvo presente el miércoles 25 de febrero en el Congreso de la Nación participando de la Audiencia Pública con legisladores nacionales por el fin de las retenciones y la apertura de las exportaciones.
Allí, Santiago del Solar, vicepresidente segundo de MAIZAR, realizó una exposición sobre los problemas que enfrenta la cadena de valor del maíz y solicitó medidas urgentes que incentiven su producción.
Según los datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el área sembrada de maíz en la actual campaña es la más baja desde la campaña 1990/91, y cayó un 25% respecto de la campaña 2007-08.
Como resultado, se espera que la producción nacional de maíz sea de 13,8 millones de toneladas, contra los 20,5 millones de toneladas de la campaña anterior.
El siguiente cuadro resume estos datos:
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Area Sembrada |
Rinde |
Producción Nacional |
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(Hectáreas) |
(Ton/ha) |
(Mill. de tons.) |
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2007-08 |
3.200.000 |
6,41 |
20,5 |
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2008-09 |
2.380.000 |
5,80 |
13,8 |
Si bien la seca repercutió en la caída de la superficie sembrada, existieron otros aspectos que jugaron en contra de la producción de maíz: altos costos de la campaña 2008-09, imposibilidad de captar los altos precios a futuro existentes ya que los mercados estaban intervenidos por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA), además del cierre de las exportaciones. Esta situación agregó otro factor de riesgo al productor, que no pudo anticipar el precio al que iba a vender el maíz implantado. Por otro lado, la imposibilidad de realizar contratos a futuro repercutió contra la prefinanciación de exportaciones y contra el crédito necesario para hacer frente a la campaña.
Durante su exposición, del Solar también resaltó la notable caída en el uso
de tecnologías en el cultivo de maíz. “Sólo en fertilizantes, se usaron en el
país 1, 2 millones menos de toneladas que en la campaña anterior, con una fuerte
repercusión en los rindes y en la calidad de nuestros suelos”, señaló del Solar.
Y agregó: “Es imprescindible revertir esa situación”.
La menor siembra repercute en toda la cadena de valor del maíz. Veamos
algunos ejemplos:
1) 6 millones de toneladas menos de producción de maíz significan 200 mil
viajes de camión que no hacen los transportistas del interior para trasladar el
cereal al puerto, o 400 millones de pesos que se pierden en las comunidades del
interior por la menor demanda de mano de obra, la disminución en el trabajo que
realizan los talleres, las gomerías y toda la industria que rodea al transporte.
2) 800 mil hectáreas menos sembradas significa 800 mil ha menos que los contratistas no van a cosechar y una pérdida de 140 millones de pesos en su facturación.
3) La caída en el área sembrada repercute en toda la cadena de valor del maíz, desde los semilleros (Investigación y desarrollo) hasta los productores, pasando por los acopiadores, corredores de granos, contratistas, polleros, feedloteros, productores de cerdos, y también a la molienda húmeda y seca.
Para comenzar a revertir esta situación, son necesarias ciertas medidas:
- una baja sustancial de las retenciones para todos los productos de la
cadena del maíz,
- la apertura de los mercados externos sin restricciones,
- un normal funcionamiento de los mercados de futuros,
- la existencia de crédito y
- la posibilidad de desgravar del pago del impuesto a las ganancias el gasto
realizado en fertilizantes y en semillas de maíz.
Necesitamos incentivar una agricultura de mayor volumen que nos asegure la sustentabilidad en el largo plazo. El maíz es un cultivo clave para la rotación de cultivos maximizando, de esta manera, los rindes de todos los granos como consecuencia del cuidado de los suelos.
A pesar de la fuerte crisis global, la demanda internacional de maíz continúa muy fuerte y la Argentina es el único lugar en el mundo en el que su producción puede crecer significativamente. Los argentinos tenemos una gran oportunidad de desarrollo sobre la base de las materias primas y de los productos de su transformación, agregando valor.
La concreción de los objetivos de largo plazo es una tarea que requiere sinergia entre todos los actores del sector y de un Estado que actúe como motor de las iniciativas privadas. Las bases están dadas, contamos con los mejores suelos, los productores más eficientes del mundo, la tecnología más avanzada y un gran impulso industrial y comercial listos para triplicar el negocio actual. Está en todos nosotros construir y transitar este camino.


