La relación entre el Gobierno y el campo se tensa día a día y pone en riesgo los resultados de la nueva reunión del martes de la semana que viene, en un marco donde llueven las acusaciones cruzadas y se agudizó el malestar oficial por la decisión de la Mesa de Enlace de formar parte de una audiencia pública de la oposición, en el Congreso.

Mario Llambías, de CRA; Eduardo Buzzi, de Federación Agraria Argentina (FAA); y Hugo Biolcati, de Sociedad Rural Argentina, coincidieron en que el martes 3 de marzo los debe encontrar sentados a la mesa de negociaciones con el ánimo dispuesto a “exigir” soluciones de fondo.
Las retenciones “no pueden ser un convidado de piedra” de estos encuentros, dijeron fuentes del agro consultadas por la agencia Noticias Argentinas, ya que las bases rurales se encuentran en “estado deliberativo” en diversos puntos de la geografía del país.
Sin embargo, desde el Gobierno también se desplegaron advertencias: “Si el campo concurre como parte de los dirigentes opositores, el acuerdo se va a alejar”, dijo el ministro del Interior, Florencio Randazzo. “Si lo hacen como representantes del sector; podemos llegar a un entendimiento”, insistió el funcionario.
El miércoles, el campo encontró un escenario para explayarse en sus reclamos, durante la audiencia pública que se prolongó durante tres horas en el Congreso con participación de senadores y diputados de la oposición. Esto cayó realmente mal entre el Gobierno, donde se puso en duda las verdaderas intenciones de la dirigencia de avanzar en un acuerdo para el sector.

ENTRE EL RECLAMO Y LA OPOSICIÓN. El límite entre el reclamo por solución a la crisis del campo (lechería, ganadería y el financiamiento agrícola) y la figura del “opositor” quedó en una zona gris. En ese borde resbaladizo ingresa por ejemplo el fuerte tono de barricada de Carlos Garetto, titular de Coninagro, que arengó en el Parlamento: “El Gobierno está destruyendo el aparato productivo del interior”. Y agregó: “En lugar de exportar los alimentos que el mundo necesita, vamos a exportar hambre”, analizó.
Garetto, quien fue intendente de Leones, en la provincia de Córdoba, está convencido también de que “el nivel impositivo es tan alto que hace bajar la productividad”.
Por este motivo, alertó que “si bajan las retenciones vamos a producir más y habrá más dinero para políticas sociales”.
Ni bien finalizó la reunión del martes entre los ministros de Producción y del Interior, Débora Giorgi y Florencio Randazzo, el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, y los cuatro integrantes de las entidades agropecuarias, comenzaron los cruces verbales.
Si bien el clima está enrarecido, Garetto destacó que mucha gente de campo respalda la necesidad “fortalecer el diálogo”.

Recomiendan “bajar el tono”

El sociólogo Manuel Mora y Araujo recomendó ayer al Gobierno que baje el tono del discurso en contra del campo, porque el agro, a pesar de sus diferencias internas, transmite un mensaje “más sólido y de unidad”.
“El campo cambió, dejó de lado la actitud de pelear todo el tiempo y tiene un mensaje más conciliador”, analizó Mora y Araujo en diálogo con la agencia Noticias Argentinas. En este sentido, la “estrategia de comunicación del agro” es más “sólida” que la del “sector oficial”.
También analizó el mensaje del ex presidente Néstor Kirchner que deja entrever que “la gente del campo es muy egoísta y quiere guardarse todo para ella”. Para Mora y Araujo no es un discurso conciliador, porque “uno no negocia con malvados”.
Por este motivo, recomendó a Kirchner que “baje el tono” porque lo importante es “que haya diálogo” y reconoció también que va a ser “muy difícil remontar el tema de las retenciones, aún cuando el Gobierno podría dar un gesto en ese sentido”. Si bien en medio de un enrarecimiento de la situación, el sociólogo reconoció que “lo más importante es que se esté negociando: antes no había diálogo y ahora hay una posibilidad”.
Por último, aclaró que “existen probabilidades de que el gobierno nacional aumente la guerra mediática contra el agro”.

Se suspendió un acto en Córdoba

El dirigente de la Comisión de Enlace de Córdoba, Agustín Pizzichini, anunció ayer la suspensión del acto previsto para el 12 de marzo próximo para conmemorar la lucha del agro de 2008, a la espera del resultado del nuevo encuentro entre el Gobierno y los presidentes de las cuatro entidades.
Mientras tanto, la Mesa de Enlace provincial evaluó el estado de ánimo de los productores y llegó a la conclusión de que es “imposible” preparar un “acto masivo” cuando “la gente se pregunta cómo creer que los anuncios oficiales se van a cumplir”. Así lo expresó Pizzichini, quien también preside el Consejo Federado cordobés, como dirigente de la Federación Agraria Argentina.
El acto iba a ser multisectorial y aspiraba a reunir a miles de personas en el estadio Orfeo, una iniciativa que fue anunciada en la última manifestación importante del campo que tuvo lugar también en Córdoba, durante la Fiesta Nacional del Trigo.
En el marco de creciente malestar, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) revisó las propuesta del Gobierno, mientras que el Consejo Directivo de la Federación Agraria Argentina sesionará en Rosario, el próximo lunes.
Carlos Garetto, titular de Coninagro, en cambio, opinó que “no hay que dinamitar el diálogo para nada” ya que si negocian pueden “obtener uno” y si no “nada”.
En distintas localidades bonaerenses como en 9 de Julio y Azul se realizaban diversas asambleas para decidir qué actitud tomarán de acuerdo con la realidad de cada zona productiva, en el estado deliberativo que vive el agro.