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La fabricante de aluminio Aluar sigue exportando el mismo tonelaje que
un año atrás, que equivale al 70% de lo que produce en Puerto Madryn. La única
diferencia es que, antes, cobraba 3.300 dólares por tonelada de aluminio. Hoy
recibe 1.300.
Cerca de Madryn, dos contenedores repletos de pescado congelado esperan en
una pesquera patagónica. Los había pagado por adelantado una importadora de
Rusia. Esta semana, según se comentaba en la Corporación de Fabricantes de
Alimentos (Copal), los rusos comunicaron que no retirarán los contenedores. El
flete en barco -dijeron- les resulta más caro que la mercadería.
En noviembre, la industria automotriz llegó a tener 12.000 operarios con
suspensiones. Ese mes, la exportación de vehículos se redujo 28%; al mes
siguiente, 41% y, en enero, 60%, siempre respecto del mismo mes del año
anterior. Las terminales venden al exterior 6 de cada 10 vehículos que
producen.
Las exportaciones, en particular las de origen industrial, son las primeras
en acusar el impacto de la crisis financiera internacional, con bajas del 20% al
60%, según el rubro, en los últimos tres meses. A diferencia de Estados Unidos o
Europa, la Argentina no es hoy escenario de empresas ahogadas por la deuda, como
sí había ocurrido con la crisis de 2001. Pero según la definición presidencial,
"entonces vino el mundo y nos complicó la vida a los argentinos". Y
las exportadoras están en la línea de fuego.
El economista Abel Viglione, de Fiel, entiende que la clave es una caída
"escandalosa" de los precios internacionales. El índice de precios
industriales de The Economist arrojaba un valor de 196,1 en mayo pasado. En
diciembre, había caído a 87,4. "Toda la suba de los últimos 5 años se
esfumó. Hoy los bienes industriales valen lo mismo que en octubre de 2003",
apuntó.
Según su análisis, con esta crisis las empresas que antes vendían al
exterior lo que no conseguían colocar en el país, ahora se quedaron sin salida
exportadora. "Es la Doble Nelson", dijo Viglione, en alusión a una
"toma" de los Titanes en el Ring, que de paso es bastante
representativa: primero ahoga al rival y al instante lo derriba.