Las plagas de mayor importancia en las primeras etapas del cultivo de la soja
estuvieron representadas por el “complejo de picudos”, Sternechus subsignatus
(picudo grande) y Promecops carinicollis (picudo chico), destacándose el primero
por una mayor presión respecto de la campaña pasada.
La emergencia de S. subsignatus se inició en la primera semana de diciembre en
el este de Tucumán y en la segunda en el sur, coincidente con la ocurrencia de
lluvias de importancia. En ambos casos se registró un primer pico de emergencia
entre fines de diciembre y principios de enero, con el cultivo en los primeros
estadios vegetativos y protegido por el insecticida curasemillas. La alta
presión de la plaga obligó a recurrir a tratamientos foliares.
Un segundo pico se presentó entre la segunda y tercera semana de enero, que
obligó a continuar con los tratamientos foliares.
A partir de febrero y a pesar de haber disminuido la emergencia de S.
subsignatus, se detectó el daño característico conocido como “anillo”, donde la
hembra deshilacha los tallos y coloca los huevos que darán origen a las larvas.
Estos daños en la etapa del cierre del cultivo se manifiestan por la dificultad
de contacto de los productos químicos con el insecto.
Para optimizar el control del picudo, además del uso de curasemillas y foliares,
es necesaria la rotación con gramíneas , ya que no son hospederas de la plaga.
Los ataques de palomas en el sur tucumano se intensificaron a partir de la
segunda semana de enero en lotes sembrados tardíamente; sumado a esto, las
escasas lluvias retrasaron la emergencia de las plántulas. Esto determinó una
mayor exposición al ataque de las bandadas. Las estrategias de manejo estarían
orientadas al uso de semillas de calidad y al aumento en la densidad de siembra,
sobre todo en las cabeceras en aquellos lotes con antecedentes de ataques de
palomas.
Otro problema en la primera etapa de la campaña fue el ataque de orugas de
Loxostege sp. y Spodoptera sp. (asociadas a la presencia de malezas), y de oruga
bolillera (asociada a la sequía). Es importante el monitoreo de esta última, ya
que en sus primeras etapas se encuentra protegida en los brotes terminales y se
alimenta de las hojas sin desplegar y pasa inadvertida.
Posteriormente, ataca los brotes terminales y laterales y da lugar a una planta
de menor tamaño con entrenudos cortos y muy ramificada. Para su control requiere
una dosis mayor de insecticidas que el resto del complejo de orugas presente en
el cultivo. En etapas más avanzadas del cultivo, y en aquellos lotes que no
manifestaron problemas con picudos, se observó la presencia de orugas
defoliadoras, con un predominio de medidoras sobre Anticarsia gemmatalis.
Estudios
En cuanto al nuevo “picudo negro” encontrado en soja, Rhyssomatus subtilis
Fiedler (Coleoptera: Curculionidae), se realizan tareas para conocer su biología
y establecer estrategias de manejo eficiente de la plaga. En una primera etapa
se procedió a identificar la especie, mediante un trabajo conjunto entre
investigadores de la sección Zoología Agrícola de la Eeaoc y el doctor Rosado
Neto, del departamento de Zoología de la Universidad federal de Paraná (Brasil).
Junto con la identificación se realizaron monitoreos para detectar la presencia
del nuevo picudo en el NOA, en La Fragua y Nueva Esperanza, departamento
Pellegrini (Santiago del Estero), Rosario de la Frontera (Salta) y en 7 de
Abril, departamento Burruyacu (Tucumán).
En la campaña en curso se están realizando monitoreos con la colaboración de
productores de Rosario de la Frontera para determinar su período de emergencia,
su ciclo de vida y evaluar alternativas de control. Respecto del manejo de esta
nueva plaga, se observó que el empleo de insecticida como curasemillas protegió
al cultivo en sus primeros estadios de desarrollo.
A partir de los monitoreos realizados durante las últimas campañas, se observó
la presencia de este picudo en estadio vegetativo y también reproductivo de la
soja. El potencial de daño del gorgojo es muy alto, dado que durante el estado
vegetativo ataca brotes terminales y laterales de las plantas, y durante el
reproductivo las hembras colocan huevos en el interior de las vainas de soja y
las larvas, al nacer, se alimentan con los granos.


