Los registros pluviales de 2008, sobre todo en la región central, fueron los más bajos de los últimos 47 años, al punto de que dejaron en ridículo el mote de "pampa húmeda" que recibe buena parte de esta zona geográfica.
Las lluvias resultaron "del 40 al 60% inferiores a los valores normales de agua caída si como tales se toman los promedios surgidos del período 1961-1990, sostiene este organismo en su "Informe sobre precipitaciones en zona húmeda y semihúmeda".
Los especialistas en climatología adjudican la persistente sequía de 2008 al fenómeno que describen como La Niña. Aluden así al enfriamiento inusual que sufre la superficie del océano Pacífico y suele suceder a su calentamiento (lo que se conoce como El Niño). Esto hace que el aire que tiene encima el agua se enfríe y se torne demasiado denso como para ascender lo suficientemente alto como para que el vapor de agua se condense y se puedan formar nubes y lluvia. Es decir, provoca que llueva menos.
El SMN difundió en este trabajo que el comportamiento de las lluvias en el último trimestre dejó "los mayores déficits en las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires" (ver aparte).
Y ejemplifica que en la ciudad bonaerense de San Pedro se registraron este año 465,9 milímetros de lluvia caída, cuando el promedio para ese lugar entre 1961 y 2007 fue de 715 milímetros.
El déficit pluvial, en el caso de la ciudad de Buenos Aires, lleva 14 meses.
"Desde noviembre de 2007 registramos un comportamiento deficitario con precipitaciones inferiores a las normales", señala el informe. Incluso el total de lluvia caída en la ciudad en diciembre pasado fue el más bajo del período 1961-1990, con 23,6 milímetros, contra un promedio habitual de 105. Sin embargo, el mes en que menos agua caída se registró durante 2008 fue mayo, con 7,7 milímetros, cuando el promedio para ese mes es de 73,6 milímetros.


