Una y otra vez se arman acuerdos que dejan afuera a muchos, a contrapelo de la realidad, y que luego no se cumplen. A pesar de todo, se niega la posibilidad de un cambio y de una desregulación sensata para el sector, y por estas horas que corren, se apura bajo la presión de los funcionarios la firma de otro “nuevo acuerdo”, con la aparente complicidad de algunas industrias y algunos dirigentes de la producción.

Dicen que el hombre es el único animal que es capaz de tropezar dos veces con la misma piedra… ¿No fue suficiente ver el resultado del acuerdo firmado el 2 de julio pasado? ¿Piensan que la lechería argentina podrá funcionar y crecer bajo permanentes condicionamientos y extorsiones, y con acuerdos de 3 meses de vigencia? ¿No les bastó con generar desunión en el sector, en los momentos en los más necesitamos estar unidos? ¿Por qué no mirar el ejemplo de la Mesa de Enlace donde cada día que pasa, el principio de “unidad” es lo que prima por sobre todo?

Hoy los tamberos comenzamos a desarrollar criterios propios dentro de una visión de cadena, empezamos a evaluar los estudios que hemos encargado a investigadores del ámbito académico, y tenemos propuestas concretas para dar una buena salida a esta situación. Esto es posible porque mucha gente dentro de todo el sector, tanto productivo, industrial, entidades, cámaras, instituciones científico-técnicas, etc. ha venido trabajando seriamente en propuestas de largo plazo para salir de una vez por todas de este cortoplacismo enfermante, que nos encierra a pasos agigantados en un callejón sin salida.

De cara al futuro, tenemos una propuesta amplia que se llama PEL (Plan Estratégico para la Lechería), que es adonde tenemos que apuntar para lograr una salida definitiva para la lechería argentina. ¿Por qué no ponemos nuestro esfuerzo en hacer valer estos estudios en los que ha trabajado tanta gente capacitada de todos los sectores de la cadena? Y en el corto plazo ¿Por qué no ponemos el esfuerzo en las acciones que reclama la MNPL?

Así como venimos, queda claro que nuestro sector, a pesar de su capacidad y potencial, tiende a estancarse, se cierran tambos y se desalientan las inversiones. No podemos seguir manteniendo a nuestra lechería en jaque permanente. Es hora de terminar con esta situación, y que cada uno haga la tarea que realmente le corresponde. De manera que productores, industriales, y gobierno, se ayuden y potencien entre sí, en lugar de ponerse palos en la rueda.

Tenemos que hacerlo. Es un compromiso con nosotros, con la lechería, y con el País.

Hoy, como se viene repitiendo incansablemente desde tantas editoriales de nuestra querida Cámara del Oeste de Bs. As., debemos recuperar la UNIDAD, porque es la única salida para poder lograr una lechería organizada y a largo plazo donde el negocio sea bueno o malo para todos los actores de la cadena. No podemos pedir que nos garanticen rentabilidad, pero sí REGLAS DE JUEGO CLARAS Y JUSTAS para poder obtenerla.

Martín A. Fourcade