Por Carlos Pagni
Especial para la nacion

El azar quiso que la presentación de Lawrence Summers en el ciclo de conmemoración de los 90 años de la American Chamber de Buenos Aires se diera en el contexto más oportuno: 400 personas escucharon esta mañana las reflexiones sobre el colapso de la economía internacional de quien podría hacerse cargo de la economía de los Estados Unidos como secretario del Tesoro de ese país si Barack Obama se impone en las elecciones presidenciales.

Summers predijo ayer que la crisis global será larga pero que en dos meses se conocerá su verdadero rostro, es decir, su dimensión real y sus víctimas principales. Mientras tanto, el ex secretario del Tesoro de Bill Clinton hizo algunas afirmaciones contundentes.

"No se puede comparar esta crisis con la del 30", dijo y se justificó en que "durante la gran recesión el desempleo en los Estados Unidos fue de 25% y hoy los pronósticos más sombríos sólo aventuran un 9% de desocupación".

Los efectos que la tormenta tendrá sobre la política internacional todavía no están del todo claros para este economista que conoció el escándalo como presidente de la Universidad de Harvard, al decir que las mujeres son menos capaces que los varones.

Summers dijo que "Estados Unidos sigue siendo el lugar más seguro del mundo en la percepción de los inversores. Hoy los bonos del Tesoro cotizan con una tasa negativa. Es decir, la gente paga por tenerlos. Mientras que una empresa de la jerarquía y calidad de General Electric pagó 9% por un crédito".

Más preocupante le resultó a Summers otro dato de la crisis: "Un fondo soberano de Islandia, cuando tuvo un problema de liquidez, recurrió a Rusia por u$s 4500 millones". Para Summers países que cuentan con recursos extraordinarios, como Rusia o como Irán, pueden aumentar su peso en el tablero internacional.

Los mercados emergentes -categoría en la que está incluida la Argentina- sufrirán especialmente, según Summers: "Las bolsas de los emergentes cayeron más que las de los países de alto desarrollo". Sin embargo, se mostró preocupado por la falta de coordinación que muestran los países de Europa para hacer frente a la crisis.

El asesor de Obama se motró muy equilibrado en cuanto a la receta para superar el colapso. "Debe haber regulaciones donde no las hubo. Pero debemos recordar que la libertad económica es imprescindible para la riqueza. Las hiperregulaciones no serán una solución".

Summers observó, además, que el proceso por el cual los fondos de inversión han pasado a formar parte de grandes instituciones bancarias significa de por sí un avance de la regulación sobre zonas que estaban sustraídas a ella.

"El mundo que viene es un mundo de especialistas y la prueba es que los dos bancos que cayeron, Lehman y Merrill Lynch, no estaban en manos de banqueros. En cambio sí lo están los que saliern airosos de la turbulencia, como JP Morgan y Goldman Sachs", sostuvo el economista.

Summers demostró que está en campaña: un pasaje bastante extenso de su exposición fue destinado a convencer de que, entre las soluciones disponibles para superar el huracán, está el triunfo de Obama en su país.