RESISTENCIA.- "Siempre nos preguntan cuál es el mejor plan ganadero. Y nosotros no nos cansamos de responder: el mejor plan ganadero es la rentabilidad. Dejen que el productor gane y él va a saber cómo aumentar la producción."

Con esta frase, el vicepresidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Carlos Garetto, uno de los participantes de la Exposición LA NACION Ganadera Norte, que concluye mañana en el Chaco, puso en palabras una intuición compartida por la mayoría de sus colegas: hoy el mejor incentivo a la actividad es que se acabe la intervención oficial sobre la misma, ya que con buenos precios internacionales y una demanda explosiva, el negocio de la carne es más que atractivo. Y el peor castigo es dejar los precios planchados, amenazando la supervivencia de los productores medianos y chicos. "Hoy, mientras la ganadería del Sur se achica, la del Norte crece y ya tiene el 38% del rodeo", fue el resumen del presidente de la Asociación Argentina de Brangus, Martín Goldstein. Pero, aclaró, que "el intervencionismo producirá consecuencias nefastas", y graficó con números su afirmación: un kilogramo vivo de novillo en Brasil vale 2 dólares, y en la Argentina cuesta uno.

Garetto y Goldstein fueron dos de los varios referentes destacados de la cadena cárnica que participaron en LA NACION Ganadera Norte, llevada a cabo entre un hotel de Resistencia y el predio Margarita Belén, de la Sociedad Rural de Chaco, a 20 km de la capital provincial. Y fueron, junto a parte de la Comisión de Enlace de las Entidades y de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), los encargados de trazar ante los productores asistentes el panorama político y económico que espera al sector cárnico en los próximos meses.

"Hoy el ganadero está cobrando por su carne el mismo precio que recibió en 2005. Si no solucionamos eso no vamos a ningún lado con la ganadería", disparó a su turno el vicepresidente segundo de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Ricardo Buryaile, uno de los protagonistas de la jornada técnica del miércoles, en la que se analizó el futuro de la carne.

"La necesidad del sector se puede resumir en una sola palabra: previsibilidad. Menos burocracia, menos arbitrariedad, más estabilidad", acotó por su lado el presidente de la Sociedad Rural de Chaco, Enrique Santos.

Con Santos coincidió el ex subdirector de LA NACION José Claudio Escribano, otro de los disertantes invitados. "Justamente, previsibilidad es lo que hace falta en la Argentina, sobre todo en lo que concierne en la actividad del Estado hacia la producción", señaló Escribano. "Las distintas resoluciones del peso de faena son un ejemplo, ya que entre agosto de 2005 y 2008 hubo diez normas distintas referentes a este tema", graficó.

Hecha esta introducción al panorama que aguarda el sector, los dirigentes y técnicos presentes destacaron el potencial enorme de la actividad, pero pronosticaron meses difíciles para la ganadería, por la incertidumbre generada por las dificultades para comerciar y exportar que generan, en su opinión, la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) y la Secretaría de Comercio Interior.

"La parálisis que nos afecta no se van a resolver hasta que no terminemos con la discrecionalidad de la Oncca", reflexionó el vicepresidente de la Sociedad Rural, Hugo Luis Biolcati.

Más temprano, Biolcati había relatado a algunos dirigentes la experiencia de un largo trámite para destrabar una exportación que, luego de un mes de gestiones, se frustró porque el precio asentado en los contratos iniciales no era igual al precio vigente en el mercado mundial y ergo, el que estaba dispuesto a pagar el comprador al momento de destrabarse el embarque en cuestión. "Cuando se pudo concretar la exportación el precio había cambiado, así que Comercio Interior obligó a empezar de cero la gestión", relató el dirigente.

"El mayor problema de este gobierno es que quiere manejar a todos con subsidios y planes, pero nosotros no somos serviles", acotó Buryaile. Seguidamente, el vicepresidente segundo de CRA sostuvo que, ante la independencia política de los productores, el Gobierno privilegia a otros eslabones de la cadena y, en este sentido, apuntó los dardos a los frigoríficos exportadores.

"Si un Gobierno que dice conocer al sector toma estas medidas para la carne, es obvio que hay una intención de destrucción deliberada. O de favorecer a la industria cerrando las exportaciones para tirar abajo los precios de la hacienda y luego sugestivamente abrir las ventas de termoprocesados, en claro beneficio de una empresa", dijo Buryaile, que es propietario de un campo ganadero en Formosa.

El vicepresidente segundo de Federación Agraria Argentina y también ganadero Ulises Forte también sumó críticas a la industria. "Si un año el Gobierno regala las vacas a un frigorífico multinacional, uno piensa que es inocente. Si lo hace por segunda vez, piensa que es estúpido. Pero si lo hace por tercer año consecutivo favoreciendo a un sector, uno piensa que el Gobierno es delincuente", dijo, en referencia a las aperturas de las exportaciones de productos termoprocesados que, de acuerdo a las acusaciones de los ruralistas favorecen a los grupos exportadores extranjeros.

Oportunidad perdida

Otro de los temas de debate de la muestra fue la oportunidad perdida para la carne argentina y el terreno ganado por otros países en los mercados. "Me preocupa que estamos perdiendo el tren de la historia", dijo Buryaile. Con él coincidió Luciano Miguens, el presidente de la Sociedad Rural, que, en la apertura de la exposición, dijo sentirse preocupado porque "las restricciones puestas a nuestras exportaciones deja mucho espacio a nuestros competidores", como Brasil.

También invitado a la exposición, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, destacó la necesidad de "que el Gobierno trabaje con los productores para tener reglas de juego claras" .

En lo que fueron las charlas técnicas, a pesar de que no dejaron de marcar lo negativo del contexto de intervención oficial, los disertantes mantuvieron el optimismo sobre las perspectivas de la ganadería en el NEA y NOA. El secreto, dijeron, está en la genética, un adecuado pastoreo y en la alimentación suplementaria.

En su participación, los técnicos de Aacrea invitados pidieron un plan estratégico para la carne, que brinde el marco necesario para el crecimiento del país. "Debe privilegiarse la calidad de vida del hombre en su sentido más amplio, con el fin de favorecer el arraigo a su tierra", destacó el presidente de Aacrea, Oscar Alvarado.

A la hora del balance, los presentes destacaron que la ganadería y todos los sectores agropecuarios necesitan de un fuerte trabajo de parte de los dirigentes y los productores haciendo presión por el agro. "La política no es una mala palabra. Logramos lo que logramos no por ser ocho dirigentes, sino por tener a 100.000 chacareros respaldándonos. Mantengamos las organizaciones vivas y no bajemos los brazos, que esto sigue", dijo Forte.

Por Mercedes Colombres
Enviada especial

Con la colaboración de José V. Derewicki