Por Mariano Obarrio
De la Redacción de LA NACION

Un dato que no era deseado por los sectores económicos terminó de confirmarse ayer. La presidenta Cristina Kirchner resolvió el fin de semana pasado, en El Calafate, que Guillermo Moreno siga a cargo de la Secretaría de Comercio Interior y de la intervención en el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

La única innovación consiste en que Moreno y el jefe de Gabinete, Sergio Massa, "trabajarán juntos en una reforma gradual" de la medición del índice de inflación, según confiaron a LA NACION fuentes del kirchnerismo. "Moreno sigue, sin presiones", dijo un funcionario. "Por ahora, todo sigue igual. Con el tiempo, si la Presidenta decide que quiere cambiar, ella tomará una decisión", agregó.

La Casa Rosada emitió ayer diversas señales claras sobre la continuidad del secretario al frente del Indec. El presidente provisional del Senado, José Pampuro, señaló a Radio América: "Moreno está confirmado". Y, luego de un mes de bajo perfil, el polémico funcionario apareció en la Casa Rosada, durante una reunión con la Presidenta y el secretario de Agricultura, Juan Carlos Cheppi. Moreno no se dejaba ver en Balcarce 50 desde el 21 de julio pasado, cuando se anunció la estatización de Aerolíneas Argentinas.

Moreno difundió un riguroso control de las tasas de interés de los bancos (de lo que se informa por separado). A todas luces, el secretario volvió a cultivar su perfil estentóreo.

La confirmación de que Moreno seguirá a cargo del Indec fue interpretada en la Casa Rosada como una señal de que el ex presidente Néstor Kirchner seguirá a cargo del control del poder real, tanto en la política como en la economía, aunque desde las sombras.

Otro signo de la influencia del jefe político del PJ fue la confirmación de que Carlos Fernández seguirá como ministro de Economía, algo que ayer daban por descontado en Balcarce 50, según confiaron a LA NACION varias fuentes oficiales. En los últimos días había trascendido que Fernández podría renunciar. "También está confirmado", agregó Pampuro.

El costo del blanqueo
La manipulación de las estadísticas de los precios al consumidor es uno de los cuestionamientos más enfáticos de los inversores. No sólo porque la intervención gubernamental no permite conocer los datos de la inflación real, una información básica para diseñar la política económica: los índices falsos también contribuyeron en gran medida a la pérdida de confianza de los mercados en las cuentas públicas. Gran parte de los bonos se indexan por la inflación.

La decisión de sostener a Moreno y a Fernández se definió en El Calafate, en el más absoluto hermetismo, pese a que Kirchner evaluaba sacarle el control formal del Indec. Otro sector del Gobierno, liderado por Sergio Massa, Carlos Fernández y varios ministros del gabinete, impulsaba un cambio más profundo: alejar a Moreno y sincerar las estadísticas.

Kirchner resolvió defender a Moreno por dos motivos. En el aspecto económico, recibió informes que lo alertaron sobre el impacto que podía tener el blanqueo de datos en el gasto público futuro, ante el panorama de que el fisco deba afrontar una deuda más abultada por la indexación por la inflación real. Además, lo aquejó la posibilidad de una ola de juicios contra el Estado de eventuales bonistas perjudicados por dos años de estadísticas subestimadas. Y, en el aspecto político, consideró que el desplazamiento de Moreno podría dar una señal de debilidad, luego de la cual cualquier sector quedaría habilitado a reclamar en el futuro el recambio de funcionarios cuestionados.

"Sí, sí, Moreno está confirmado. Y está trabajando en función de la determinación que la Presidenta indique", dijo Pampuro, fiel transmisor de las decisiones oficiales.