Tras meses de conflicto y varias semanas sin diálogo, el Gobierno y el sector agropecuario tenían varias cosas para conversar. Y, como hacía mucho tiempo que no pasaba, fue el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, quien retomó el contacto oficial con los presidentes de las cuatro entidades que lideraron el mayor reclamo agropecuario de la historia. Hasta ahora, había sido el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández.
De este primer encuentro, el martes pasado, el agro se llevó una definición clave: "por ahora", la administración Kirchner no tiene en estudio nuevos cambios en las retenciones. Más allá de eso, los ruralistas se fueron sin respuestas para una larga lista de reclamos "urgentes". La misma agenda que ya conocía el antecesor de Cheppi, Javier de Urquiza, algunos de cuyos ítems datan de la época en que Miguel Campos ocupaba la secretaría.
Es que la agenda del campo no cambió, sólo se agravaron las urgencias por el paso del tiempo. Allí siguen figurando las crisis de la ganadería -se acentuó el proceso de liquidación de vientres- y la lechería, los menores precios que reciben desde hace tres campañas los productores de trigo, los problemas de abastecimiento y el encarecimiento del gasoil, y un enorme etcétera integrado por las mayores economías regionales del país.
Por eso, como por ahora no hay previstas nuevas reuniones con Cheppi, y menos aún una agenda de temas por acordar, la vuelta del diálogo y los llamados del funcionario al "consenso" no alcanzan para calmar la impaciencia de los productores más combativos, entre ellos los autoconvocados, que piden volver a las rutas. Entre los presidentes de las cuatro entidades, además, crece la preocupación por dos grandes cuestiones: el creciente grado de regulaciones que, dicen, restringen las exportaciones de granos, carnes y lácteos, y la intervención en los mercados agropecuarios que distorsionaron los precios de algunos de sus principales productos. Y descreen que Cheppi pueda intervenir en esos temas porque esas políticas se ejecutan desde áreas que no controla, como la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Guillermo Moreno, y la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca), cuyo presidente es Ricardo Echegaray.
LA NACION intentó en varias oportunidades esta semana y la anterior conocer cuáles serán las prioridades de la gestión de Cheppi, pero no logró respuesta del funcionario. En una entrevista televisiva que dio el miércoles, el secretario confirmó que no habrá cambios en las retenciones y recordó las metas del plan que le presentó a la presidenta Cristina Kirchner antes de asumir, y que prevé fuertes incrementos de la producción. Se preocupó por mencionar en varias oportunidades que se buscará un modelo "sustentable", "con equidad social" y "participación de las provincias", pero sin dar más detalles ni plazos. En Cheppi, que es reconocido por propios y ajenos como un técnico muy sólido, no se ve a un comunicador fluido.
Alerta y movilización
Por eso, a pesar del retorno del diálogo y de las apelaciones al "consenso" que hizo el secretario no alcanzaron para que la Comisión de Enlace cesara el "estado de alerta y movilización" y que los productores autoconvocados -los más combativos del sector- pidan nuevas movilizaciones. Aún más, algunos aseguran que un nuevo conflicto está latente y que, si no hay cambios podría recrudecer.
"La sociedad cree que ya ganamos, y no es así. Todos los problemas, incluso de las retenciones siguen y son todavía más graves. La inteligencia nuestra será volver a plantearlos de manera que la gente nos siga acompañando", reflexionó un integrante de la Comisión de Enlace. Por las dudas, hasta fin de mes ya se prevén varias asambleas de productores.
Pero, ¿qué es lo que pide el campo? ¿Cuáles son esos reclamos que ya había escuchado como queja leve Campos, y con los que Urquiza lidió hasta su último día sin resolverlos? ¿Los que quedaron ocultos tras cuatro meses de conflicto y hasta los propios ruralistas, ocupados en la organización de marchas y negociaciones varias, habían olvidado?
Las cuatro entidades coinciden en que la ganadería es el sector más urgido. Y dentro de esta actividad, la ganadería de cría. Para el sector de la carne, los problemas arrancaron cuando en marzo de 2005 se cerraron totalmente las exportaciones. Después vinieron los precios máximos en el Mercado de Liniers y los acuerdos de precios en las carnicerías, ambas creaciones del secretario Moreno. Tal vez por eso, los ganaderos protestan a diario mandando sus vacas preñadas a Liniers donde se han registrado pariciones.
Del mismo funcionario fue la idea de intervenir en el mercado de trigo, pidiendo a los compradores que no pagaran más de un determinado precio para "evitar la suba del valor del pan". El área sembrada con el cereal cayó este año entre 20 y el 22 por ciento según números de las entidades y se prevé que la cosecha también tanga una merma considerable por la menor inversión en fertilizantes. "El productor no tiene ninguna certeza de cuáles van a ser los valores a cobrar", dice el economista de la Sociedad Rural, Ernesto Ambrosetti.
Cuestiones pendientes
El especialista sostiene que otro tema pendiente es el de la leche. "Hay un problema de retracción de oferta muy grande y desaparición de tambos", afirmó. Otra fuente ruralista indicó: "El productor debería estar recibiendo como mínimo $ 1,20 por litro y está muy lejos de eso".
Y el tema de las retenciones, que ante la caída de los precios internacionales y la suba de los valores de los insumos, debilitó fuertemente la rentabilidad de los pequeños productores. Dos datos: el costo promedio de producción de todos los cultivos aumentó 50 por ciento en lo que va del año, y en el caso de los fertilizantes fosforados, 180 por ciento. Por eso, las entidades seguirán insistiendo en segmentar las alícuotas para aliviar la situación de los pequeños agricultores.
Según un vocero de la Comisión de Enlace, "hasta ahora, no se está cumpliendo ninguno de los acuerdos que se firmaron durante el conflicto, ni el del trigo, ni el de la carne y ni siquiera el que la Presidenta firmó con algunos productores de leche".
Ante la falta de avance de las gestiones ante el Poder Ejecutivo y dada la experiencia ganada en el trato con los legisladores durante el tratamiento de la fallida ratificación de las retenciones móviles, el campo intentará avanzar con algunos temas por el Congreso, donde son fluidos los contactos con diputados y senadores de la oposición y del peronismo crítico, entre ellos el diputado Felipe Solá.
Por José Crettaz
De la Redacción de LA NACION
Un mes
"Si no se cumplen las condiciones que Cheppi puso antes de asumir, en un mes nos vamos." La frase es atribuida a un estrecho colaborador del secretario de Agricultura y fue de boca en boca durante toda la semana entre los principales dirigentes agropecuarios, mucho de los cuales han tenido estrecha relación con el funcionario, ex presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Entre esas condiciones, que el secretario habría negociado con el ahora ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, estaría el alejamiento del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y una mayor injerencia de Cheppi sobre la actividad de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca). En sus intervenciones recientes, Cheppi fue más benévolo con Moreno.


