El “Fantasma” de los pools de siembra - por Javier Reigada - exclusivo Agrositio.com

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En su último discurso la Sra. Presidenta a expresado que las retenciones no tenían como fin perjudicar a los pequeños productores sino que iban dirigidas a las grandes empresas y los Pools de siembra, los que dejo entrever que tenían el poder económico suficiente para soportarlas.

Sin perjuicio de lo ya expuesto por varios y prestigiosos analistas en cuanto a la inconstitucionalidad de las retenciones móviles recientemente establecidas, se caen en un error al demonizar los pools de siembra cuando en realidad son fundamentales para el desarrollo económico del agro en el siglo XXI y un importantísimo elemento de protección de una vasta minoría de ahorristas.

Se explica a continuación por qué.

Los pools de siembra se desarrollan mediante inversores que invierten su dinero que es administrado por empresas (los pools de siembra) que se encargan de arrendar campos para su siembra (puede ser también para otra actividad rural pero normalmente es para siembra) o directamente actuar de contratistas sembrando con maquinarias propias (esto último no es lo más habitual).

¿Cual es entonces la actividad de los pools de siembra?
La actividad de éstos es recaudar fondos para el emprendimiento de la siembra y la administración de los mismos en lo que respecta a la compra de insumos, contratación de la tierra y de los contratistas. En base ello una vez efectuada la cosecha proceden a efectuar la devolución de los fondos captados con su renta a prorrata de las utilidades obtenidas en los distintos predios donde han contratado para la siembra y la cosecha.
La diversificación de los campos -en las grandes extensiones en las que normalmente siembran, las que están geográficamente separadas una de otras- disminuyen el riesgo de los factores climáticos (heladas, inundaciones, sequías, plagas) precisamente por no estar situados en una misma zona. Ello minimiza la posibilidad de pérdida del inversor.

Quienes son entonces los beneficiarios de los pools de siembra. En primer lugar son los inversores que depositan su dinero para el emprendimiento. Normalmente los invasores en este tipo de emprendimientos son pequeños ahorristas que consideran más adecuado -en especial después de la crisis del 2001- invertir su dinero en los pools en vez de su depósito financiero. Este tipo de ahorrista son desde jóvenes empleados de clase media, profesionales sin tiempo o Know How para encarar una actividad colateral a su profesión, jubilados y gente de esos perfiles.

Por ello cuando se está refiriendo a los pools de siembra no se está hablando de una especia de "cuco" capitalista transnacional (el que aclaro que mientras cumpla con las leyes también está amparado por la Constitución de la Nación Argentina), sino ciudadanos argentinos de carne y hueso que están invirtiendo en el país.

Son esos Pools de siembra quines, mediante la entrega de las utilidades de la inversión a sus inversionistas, están efectuando la redistribución que pretende efectuar el Estado de los precios que actualmente tienen los commodities. La experiencia ha demostrado que el Estado como redistribuidor de ingresos no cumple con los fines que se propone, es asimismo siempre sospechado de clientelismo y de preferencia, aún cuando obre pulcramente.

En un país que el propio Gobierno destaca la alta disminución del desempleo y la pobreza no parecería necesaria la redistribución pretendida. Esta, para cualquiera que recorra el interior, se ve directamente en las inversiones que efectúa el productor agrario, que visiblemente se derraman en los pueblos donde están localizados los campos y en todo lo referente a la industrial agrícola. Por otra parte no se avizora la redistribución del ingreso como una actividad del Estado establecida por la Constitución. Por otra parte el gran superavit del Estado parece ser el recurso adecuado para una redistribución en caso de ser ésta necesaria. Como muestra basta ver los países vecinos a la Argentina que sin recurrir a las retenciones han crecido en forma similar o superior a la Argentina pero con mayor reconocimiento internacional en lo que respecta al cumplimiento de sus obligaciones hacia el extranjero (me refiero principalmente a las exportaciones) y sin litigios internos con sus habitantes productores o no.