Respuesta de la soja a la inoculación con Bradyrhizobium
japonicum en lotes con antecedentes de soja previa
Proyecto Regional Agrícola - Desarrollo Rural INTA Pergamino
Ing. Agr. (MSc) Gustavo N. Ferraris
Ing. Agr. Lucrecia A. Couretot
El nitrógeno (N) es el elemento requerido en mayor cantidad por todos los
cultivos. Deficiencias de este nutriente se manifiestan a través de una
reducción de la superficie foliar y del crecimiento de la planta en general, y
se manifiesta desde las primeras etapas del ciclo. La soja, un cultivo proteico
por excelencia, necesita acumular grandes cantidades de N para su normal
crecimiento. La bibliografía menciona requerimientos que oscilan entre 60 y 80
kg N por tonelada de grano (Andrade et al., 1996; EMBRAPA, 1993; Ferraris, 2001;
García, 2000; González, 2000; Scheiner et al., 1999). Para cubrir tal demanda,
además de la absorción del nutriente desde el suelo, esta y otras especies de la
familia de las Leguminosas han desarrollado el mecanismo de la fijación
biológica de N (FBN), a partir de la asociación con bacterias del suelo
pertenecientes a la familia de las Rhizobiáceas (Racca, 2002), en el caso de la
Soja Bradyrhizobium japonicum.
La práctica más recomendable para lograr que la FBN sea una fuente importante de
N para el cultivo es la inoculación de la semilla con cepas de Bradyrhizobium
japonicum incorporadas por medio de inoculantes de alta calidad. La respuesta a
la inoculación es mayor cuando los lotes no cuentan con antecedentes de Soja. No
obstante, también se ha observado respuesta a la reinoculación en lotes con
historia sojera previa (Diaz Zorita et al., 2004).
El objetivo de esta experiencia fue evaluar la respuesta de la soja a la
reinoculación en tres lotes con historia agrícola, y varios cultivos de soja
como antecedente.
Materiales y métodos:
Se realizaron tres experimentos en los que se compararon dos tratamientos, T0: sin y T1: con inoculación con bacterias del género Bradyrhizobium japonicum a dosis de marbete. En las tres localidades se utilizó un diseño en bloques completos aleatorizados con cuatro repeticiones. Datos de suelo y manejo de los mismos se presentan en la Tabla 1:
Tabla 1: Características generales de los sitios
experimentales
Resultados:
De acuerdo con la información previa, el inoculante utilizado posee un efecto promotor del crecimiento. Esto se manifestó a través de un incremento en el número de plantas emergidas en Colón y Pergamino (Tabla 2). En cambio, no se observó diferencia en el índice de verdor medido a través del medidor de clorofila Spad 502 (Tabla 2). La nodulación fue evaluada a través del recuento de nódulos efectivos sobre los 10 cm superiores de la raíz principal, en el bloque N° 1. La tendencia observada indica un marcado incremento en el número de nódulos del tratamiento inoculado (Tabla 2).
Tabla 1: Número de plantas emergidas, Índice de
Verdor y número d enódulos en la parte superior de la raíz principal, para los
tratamientos ensayados
Figura 1: Respuesta a la inoculación con bacterias de Bradyrhizobium
japonicum en lotes con historia de soja en años anteriores.
No se determinaron efectos significativos en los rendimientos (Figura 1). Sin embargo, en dos de los sitios la diferencia de rendimiento observada estuvo en el orden de los incrementos informados por otros investigadores para lotes con historia sojera previa. Estas diferencias alcanzaron a 240 y 252 kg ha-1 para Wheelwright y Colón, respectivamente. Díaz Zorita et al., (2004) informaron incrementos medios de 342 kg ha-1 como promedio de 29 sitios con antecedentes de soja. Los resultados obtenidos en estos ensayos caracterizando el comportamiento de inoculantes-promotores del crecimiento, especialmente en cuanto a su efecto sobre parámetros de crecimiento como emergencia de plantas y número de nódulos, conforman una tendencia muy promisoria que merece seguir siendo estudiada.
Conclusiones:
Los tratamientos que recibieron inoculación sobre la semilla alcanzaron un mayor número de plantas emergidas y una tendencia a formar mayor número de nódulos efectivos sobre la raíz principal. En cambio, no se determinaron diferencias significativas en el índice de verdor ni en los rendimientos, a pesar de observarse en dos ensayos una tendencia favorable a los tratamientos inoculados. Los resultados obtenidos alientan a estudiar con mayor profundidad los efectos de nuevos inoculantes con efecto promotor sobre el crecimiento vegetal.
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