Principales enfermedades en bovinos de cría y su impacto en la producción
Ernesto J. A. Späth, MV, PhD - Grupo de Sanidad Animal, INTA Balcarce
Introducción
Las enfermedades constituyen una de las principales barreras para el comercio internacional de animales, carne y sus subproductos. La reintroducción de la fiebre aftosa en la Argentina en el año 2000 produjo el cierre inmediato de más de 50 mercados. La ocurrencia de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) en Gran Bretaña y luego en otros países produjo consecuencias económicas muy importantes como el cierre de las exportaciones, aumento de costos internos por la implementación de programas de vigilancia epidemiológica, decomiso de material específico de riesgo de cada animal faenado en frigoríficos etc. Un solo caso de esta enfermedad en la Argentina tendría posiblemente las mismas consecuencias que los 2500 focos de fiebre aftosa ocurridos en la epidemia 2000/2001. Los casos recientes de EEB en Canadá y EUA sirven como ejemplos del impacto micro y macroeconómico.
Otras enfermedades que no tienen consecuencias tan marcadas en los mercados - o éstas son menores - tienen sin embargo un importante efecto en la producción al nivel de un rodeo. Hay variaciones regionales en la ocurrencia de distintas enfermedades debido a factores climáticos, tipo de suelos, sistemas de producción predominantes, nivel de intensificación, inmunidad poblacional, etc. El costo directo de la sanidad en una empresa ganadera en la Cuenca del Salado representa un porcentaje muy bajo en relación con los restantes costos, estimándose para un rodeo de cría con una carga de 0,77 EV que produce 90 kg/ha/año de carne en 7.7 %. Sin embargo, la ocurrencia de una enfermedad (clínica, subclínica o en forma de brote) puede causar desde la pérdida de rentabilidad hasta la quiebra de una empresa ganadera. Dos principios básicos del control y prevención de enfermedades indican que:
- Los costos de prevención deben ser considerados como una inversión y no un gasto.
- Los programas sanitarios para el control y la erradicación de enfermedades
crónicas son de mediano y largo plazo, su interrupción durante un período
puede significar un retroceso de varios años.
Debemos considerar que prevención implica la adopción de medidas para que no ocurra o ingrese una enfermedad a un rodeo, región o país y control es la reducción de la presencia de una enfermedad a niveles compatibles con una producción rentable. El control es siempre la etapa previa a la erradicación. En general, se pueden clasificar las enfermedades de los bovinos (cría) en cuatro grandes grupos, de acuerdo a la probabilidad de su ocurrencia:
- A. Las que ocurren siempre, se las debe considerar indefectiblemente en la planificación como causantes de pérdidas si no se implementan medidas de control. En este grupo se encuentran los parásitos gastrointestinales (y en otras regiones la mosca de los cuernos, las garrapatas, los hemoparásitos y algunas deficiencias minerales).
- B. Las que ocurren con alta frecuencia en una propiedad determinada. Se las debe considerar en la planificación como causantes seguras de pérdidas en algún momento en el futuro si no se implementan medidas de prevención y/o control. Ejemplos típicos son las enfermedades asociadas a factores climáticos y de manejo como la hipomagnesemia, leptospirosis, meteorismo, neumonía, diarrea neonatal, etc.
- C. Las que ocurren con baja frecuencia en una propiedad determinada, pero si ocurren, pueden causar grandes pérdidas al nivel de un rodeo individual. Este es el caso típico de enfermedades infecciosas endémicas en nuestra región como Carbunclo y Mancha.
- D. Las ocasionales o de baja incidencia como las plantas tóxicas,
actinomicosis, actinobacilosis, carcinoma ocular.
En estos grupos no están consideradas las enfermedades de importancia para el comercio internacional, cuyo control y erradicación debe seguir la política sanitaria del Estado (por ejemplo aftosa, brucelosis y tuberculosis), ni las enfermedades exóticas. La decisión de aplicar medidas preventivas para distintas enfermedades depende de la probabilidad de la ocurrencia de cada una de ellas en un establecimiento, de las pérdidas esperadas, de los costos de las medidas de prevención a instaurar, de la probabilidad de que estas medidas sean efectivas y de los beneficios futuros esperados. Los dos primeros datos pueden obtenerse de registros ad hoc que lleven a cabo establecimientos individuales o de un sistema de registro a escala regional.


