Tecnología disponible en el NEA para la suplementación de
vacunos en pastoreo
Balbuena, Osvaldo
Antecedentes
Los recursos forrajeros importantes en la región (pastizal y pasturas subtropicales), presentan como característica principal la producción estacional de forraje (primavera-verano-otoño), siendo el crecimiento escaso a nulo durante el invierno. La calidad del forraje producido durante la época de crecimiento activo disminuye rápidamente con la edad.
La suplementación es una de las tecnologías disponibles para aumentar la producción a través de una mejor utilización del pasto, atenuando o corrigiendo los déficit de calidad y cantidad del forraje disponible. Se utiliza con los objetivos de aumentar la ganancia de peso (efecto directo o aditivo) o aumentar la carga animal (efecto indirecto o sustitutivo), aunque rara vez estos efectos se presentan aislados. Otros usos son para cubrir situaciones de emergencia (sequías, inundaciones) y para evitar deficiencias minerales (suplementación mineral).
Los alimentos utilizados en suplementación se clasifican en concentrados proteicos (pellets de algodón, de soja, de girasol), concentrados energéticos (maíz, sorgo) y energético-proteicos (semilla de algodón, afrecho de trigo, semitín de arroz). En la región se dispone de una variedad de subproductos de la agroindustria, los que se constituyen en los principales insumos para la suplementación. Usualmente estos tienen precio competitivo frente a los cereales. La mayoría de estos subproductos se ubican en la categoría de concentrados energético-proteicos y se utilizan sin procesamiento previo, lo que constituye una ventaja adicional. Debido a que hay variabilidad entre partidas, es conveniente remitir muestras al laboratorio. Los resultados de los análisis serán de utilidad para comparar precios y formular raciones. Asimismo, la industria de los alimentos balanceados ofrece una variedad de formulaciones para distintas categorías.
Suplementación de la recría
Con un adecuado manejo sanitario y de la carga animal las vaquillas llegan a peso de entore a los dos años de edad. Por ejemplo, asegurando ofertas de 2500 kg de materia seca (MS) a la entrada del invierno en campo natural reservado, se obtienen ganancias invernales de 100 a 250 g / animal, sin suplementación.
Cuando por distintos factores se incrementa la carga y no se pueden lograr aumentos moderados de peso invernal en esta categoría, se debe recurrir al uso de suplementos. Durante el primer invierno postdestete, la semilla de algodón ofrecida a niveles equivalentes al 0,7 % del peso vivo (PV) permite incrementos de 300 a 400 g / animal. En los casos de vaquillas de sobre año atrasadas, la suplementación con semitín de arroz-semilla de algodón al 0,7 al 1 % del PV durante el segundo invierno posibilita ganancias de 40 a 60 kg de PV, en potreros reservados de otoño.
Otra práctica disponible es suministrar concentrados proteicos (0,5 a 1 kg de torta de algodón / animal) sobre campo natural reservado de otoño con el objetivo de entorar las vaquillas a los 18 meses de edad (otoño). Se lograron ganancias invernales de 180 a 500 g / animal, dependiendo del nivel de oferta de forraje y del nivel de suplementación. Las ganancias primavero-estivales fueron de 560 a 630 g / animal, que demuestran que las ganancias debidas al suplemento se mantuvieron. El segundo entore se realiza sin ternero al pie (destete en mayo-junio) y la preñez en el segundo servicio mejora notablemente (96 % de promedio). Esta práctica es válida para vaquillas con alta proporción de sangre británica.
Para casos de emergencia (sequía, inundación), 1 kg de semilla de algodón / destete permitió obtener ganancias moderadas (250 a 300 g / animal) en condiciones de baja disponibilidad de forraje. En estos casos no hubo diferencia en distribución de la ración diariamente o su equivalente en tres veces por semana y el costo total de la ración fue de $ 11 / animal.
La suplementación de los novillos durante su primer invierno postdestete, combinado con un buen manejo alimenticio de primavera-verano, posibilita que estos se terminen a los 20 meses de edad. Si el objetivo es venderlos luego de su segundo invierno (2 años de edad), se recomienda suplementarlos para lograr ganancias moderadas (300 a 400 g / animal), a fin de evitar que el crecimiento compensatorio estival anule las diferencias.
Terneros de destete precoz
Esta categoría es la más exigente del rodeo en cuanto a calidad de la dieta. Se debe tener presente que debido a la calidad de las pasturas en el NEA, es necesario el uso de 180 a 250 kg de suplemento / ternero para lograr terneros destetados en noviembre con peso similar a los de destete normal (190 kg en marzo). Son necesarias ganancias de alrededor de 600 g /animal/día, que se traduce en costos de ración de $ 0,30 a 0,45 por kg de PV ganado.
Una alternativa para estos terneros es engordarlos sobre buenas pasturas con suplementación equivalente a 1,2-1,5 % del PV para venderlos durante el invierno. Los costos de suplementación varían entre 0,65 a 0,87 por kg PV ganado, dependiendo del año y el costo de los insumos
Suplementación para terminación de novillos
La estrategia más común es suplementar novillos para terminarlos a la salida del invierno, momento en que se produce escasez de gordo y mayor precio. Sobre pasturas reservadas de otoño con oferta iniciales de 2500 a 3000 kg de MS / animal con niveles de suplemento equivalentes a 0,7 a 1 % del PV, durante 100 a 120 días es posible terminar para faena novillos a los dos años de edad. Los pesos iniciales son de 300 a 350 (según tipo de animal) y se los termina entre 380 y 430 kg de PV. Los costos de ración varían entre $ 30 a 50 / animal, dependiendo de ingredientes y nivel de suplementación, y se obtienen márgenes de $ 40 a 80 / animal. Esta misma práctica se puede utilizar con novillos de más edad (faena a los tres o mas años de edad), pero se debe prever un peso de terminación mayor, una menor eficiencia de conversión del suplemento y las márgenes se hacen favorables con el cambio de categoría del animal (es decir ganancias de PV de alto costo pero que valorizan el total de kg de PV de animal).
Para los casos en que no se puede garantizar la oferta forrajera recomendada, el nivel de suplementación deberá ser mayor (1 a 1,5 % de PV) para asegurar la terminación.
En raciones a base de granos (maíz, sorgo) es posible reemplazar la fuente de proteína verdadera por urea.
Existe información preliminar sobre suplementación estival para terminación de novillos sobre dicantio y brachiaria.
Engorde de vacas descarte
En campo natural (1 vaca / ha) se lograron en promedio aumentos de 80 kg de PV en periodos de 130 días, con una suplementación total de 226 kg / vaca y con un costo de ración de $ 22. Se estimó un margen de $ 40 / vaca, considerando solo las vendidas como gordas.
Módulos de invernada
Las tecnologías disponibles en manejo de campo natural y pasturas cultivadas se integran con la tecnología de suplementación en módulos experimentales, en los que se recrían destetes y posteriormente se los engordan hasta su terminación. Estos módulos en marcha (EEAs El Colorado, Cerro Azul y Reconquista) demuestran que son posibles niveles de producción de 300 a 600 kg de PV / ha / año, dependiendo del forraje base y los niveles de suplementación utilizados.
Suplementación mineral
Las deficiencias de fósforo, sodio y cobre son las mas importantes en el NEA. En las provincias de Corrientes y Misiones se recomienda la suplementación con fósforo y sodio durante todo el año. La mezcla mineral debe aportar 5 g de fósforo por día. La deficiencia de sodio se corrige al mismo tiempo, ya que las mezclas minerales tienen suficiente cantidad de sal común. La respuesta a la suplementación con fósforo y sodio (50 % de cenizas de hueso u otra fuente de fósforo y 50 % de sal común) es de 1,5 a 2 kg de peso vivo por kg de mezcla consumida. Para el sur de Corrientes el consumo de mezcla es de 20 a 30 kg por animal por año, en recría y vacas con cría, respectivamente.
La deficiencia de sodio también se presenta en el este de Chaco y Formosa, en suelos de albardón y en los suelos de aptitud agrícola del domo central. La manifestación más frecuente es el consumo de tierra. En el este de Formosa se han registrado niveles marginales de fósforo en pastos. Como medida preventiva se sugiere ofrecer mezclas minerales que contengan un mínimo de 6 % de fósforo.
La deficiencia de cobre es la mas difundida en el centro-este de Chaco y Formosa. También se presenta en pasturas de melilotus con alto contenido de molibdeno. Los síntomas frecuentes son: diarreas, decoloración del pelaje, fracturas espontáneas, envaramiento. En rodeos con antecedentes de esta deficiencia se recomienda la inyección de cobre de larga duración (2 a 4 meses) en dosis de 50 a 200 mg, según tamaño. La dosis se repite de 2 a 4 veces por año.
Consideraciones finales
La suplementación es una herramienta para aumentar la producción individual (kg/animal) y por unidad de superficie (kg/ha), buscando un mejor aprovechamiento del recurso forrajero base (pasto). La decisión de suplementar debería tomarse luego de un planteo de objetivos y análisis de los beneficios probables. En el NEA existen prácticas de alimentación que posibilitan biológica y económicamente la recría y terminación de todas las categorías. Estas prácticas contribuirán a mejorar la eficiencia de la cría y de la invernada en la región.
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