Osteopatía nutricional en bovinos de recría y terminación

Carlos Descarga, Hernán Piscitelli, Gustavo Zielinski - Area Producción Animal

Antecedentes

Los bovinos en crecimiento necesitan un aporte dietario de calcio de 0.6-0.2 % en función de su edad y requerimientos fisiológico-productivos (2,3). En los sistemas de recría predominantes, ello es generalmente provisto por las pasturas y henos diversos; por lo que, la expresión clínica de alteraciones óseas es poco frecuente y casi con exclusividad debida a errores u omisiones en las dietas. El objetivo de esta comunicación es describir dos episodios de desbalance mineral en bovinos jóvenes para advertir sobre una patología en categorías donde habitualmente no se reconoce como problemáticos a los macroelementos.

Materiales y métodos

Los casos corresponden a establecimientos de Guatimozín y Rosales, Pcia. de Córdoba. El primero, dedicado a la invernada, tuvo una progresiva ocurrencia de bovinos con síntomas hasta presentar uno con fracturas espontáneas. En Rosales, la característica fue que los episodios ocurrieron siempre luego de efectuar movimientos del lote. En ambos, se necropsiaron animales imposibilitados de movilizarse (Guatimozín: 1; Rosales: 3) y evaluaron los niveles séricos de Ca, Mg, Cu y Zn (espectrofotometría abs. atómica) de 15 animales (con y sin síntomas) en cada establecimiento. En Rosales, se determinó el nivel de Cu hepático en dos terneras necropsiadas.

Cuadro 1. Características de los establecimientos y rodeos

Resultados

Bioquímicos: en los dos establecimientos se destaca la reducción de la calcemia. En Rosales, los registros más bajos correspondieron a las termeras necropsiadas (6.47 ± 0.35 mg/dl). La cupremia sólo fue baja en Guatimozín; en tanto que, en los dos establecimientos, el Mg tuvo registros por debajo del límite normal inferior. El Zn se ubicó dentro del rango de normalidad según los antecedentes regionales.

Cuadro 2. Promedios y DE de Ca, Mg, Cu y Zn séricos

Anatomopatológicos:

Guatimozín: fractura expuesta de ambos metacarpianos. Adelgazamiento extremo de pared ósea con aumento del espacio medular en huesos largos. Reducida consistencia de cartílagos articulares en las extremidades.
Rosales: extrema reducción de pared ósea en huesos largos, planos y adelgazamiento de superficies articulares coxofemorales con desprendimiento cartilaginoso y fracturas (Necopsia 1: pico de flauta en fémur izquierdo; Necropsia 2-3: conminutas en dos y tres vértebras lumbares con hemorragia y necrosis en canal medular y tejidos perineurales).

Discusión y conclusiones

En Guatimozín, hubo un deficiente aporte primario de Ca y exceso de P por el acceso ad-libitum al grano con fuerte reducción en el consumo de pastura. Los novillos sustituyeron paulatinamente al pasto, agravado por las crecientes dificultades locomotivas que favorecieron el estacionamiento inmediato a los comederos de cereal. La severa hipocalcemia indica un estado de incapacidad homeostática (3). La sintomatología y las fracturas metacarpianas concuerdan con la afectación de los discos epifisiarios de estos huesos en los bovinos hipocalcémicos (1). De todos modos, la hipocupremia indicaría un contribuyente patológico asociado; en tanto que, los sulfatos en agua (190-430 mg/l) no serían la principal causa de su déficit sérico.

En los dos episodios, la hipomagnesemia sería consecuencia del desajuste dietario con importancia secundaria, aunque el animal con tetania (Rosales) pudo deberse tanto a ella como a hipocalcemia. En Rosales, nuevamente el nivel de Ca sérico es extremo en un parámetro poco sensible a desbalances dietarios (3). Los registros hepáticos de Cu están entre el límite y la mitad del nivel normal y ello lo hace potencialmente complementario de la patología. De todos modos, el análisis de la dieta (2), evidencia un severo déficit de Ca (- 69 %) y exceso de P (+ 140 %). Las fracturas vertebrales se deberían a circunstancias no precisadas de esfuerzos durante los arreos y/o encierres.
Los déficits primario y secundario de Ca habrían sido la etiología principal en los dos episodios. Aunque esta problemática es de sencilla prevención y/o corrección, no siempre las coyunturas de manejo y/o disponibilidad de materias primas tienen una adecuada evaluación del componente mineral. De modo que, aún sin alcanzar esta expresión clinico-patológica, debería ser valorado en determinados diagnósticos diferenciales.

Bibliografía

1. JUB, K.B.F.; KENNEDY, P.C.; PALMER, N. 1990. Patología de los Animales Domésticos. Vol 1. Pag. 53-55.:
2. NATIONAL RESEARCH COUNCIL. 1994. Necesidades nutritivas del ganado de carne. 6º ed. H. Sur. Bs. As. 103 p.
3. UNDERWOOD, E.J. 1981. The Mineral Nutrition of Livestock. Second Edition. CAB. Pag. 31-48.

Agradecimientos

Al Dr. Ricardo Sager y a la Bioq. Susana Cseh por las determinaciones séricas y hepáticas, respectivamente.