Tras cumplir un paro de 72 horas, los panificadores federados reanudarán esta semana la elaboración del pan de batalla en medio de incertidumbre por el precio, especulación y la protesta de vecinos que urgen una definición al respecto.
El sector anunció la venta del producto en Bs 0,80 por unidad debido a que —según justificó— no recibe más insumos subvencionados.
El jueves pasado, luego de una reunión con el viceministro de Comercio y Logística Interna, Gustavo Serrano, los panificadores anunciaron el fin de la subvención a la harina y otros insumos para la elaboración del pan de batalla.
Serrano dijo que se trabajará en el “cese formal” de la subvención, por lo que los panificadores confirmaron que el pan de batalla sube de Bs 0,50 a Bs 0,80.
El mercado define
Sin embargo, el viernes, los panificadores determinaron un paro de 72 horas en protesta por los “abusos” de la Alcaldía de La Paz que durante los controles por el precio decomisó panes y clausuró el horno del principal ejecutivo de la Confederación de Panificadores Artesanos de Bolivia (Conapabol), Rubén Ríos.
Durante todo el fin de semana pan de batalla desapareció de las tiendas y comercios de La Paz y El Alto en medio de reclamos de la población y la incertidumbre sobre el precio.
El sábado, el presidente Rodrigo Paz aseguró que el mercado define los precios y que el Gobierno peleará por que sea el más bajo posible, dando por hecho el fin de la subvención hacia los panificadores.
Paz remarcó que la subvención de productos de parte del Gobierno no hizo más que generar corrupción y advirtió que no permitirá más ese tipo de hechos. “Yo no pienso mantener a corruptos y ladrones que han hecho de esto de subvencionar para darle al pueblo más barato, un negociado”, argumentó.
El viceministro Serrano dijo que, sin subvención, el Gobierno ya no participa en la fijación de precios y prácticamente delegó la tarea a las alcaldías; sin embargo, el alcalde de La Paz, Iván Arias, descartó que la municipalidad fije precios.
Este domingo, Arias manifestó su profunda preocupación ante la decisión del Gobierno de liberar el precio del pan y eliminar la subvención. Advirtió que esto representa un “atentado a la economía” si no está acompañado de medidas estructurales; por eso pidió al Órgano Ejecutivo negociar con panificadores para que continúe la subvención y no se cargue la crisis al pueblo.
Reclamos
“Eso realmente es un atentado a la economía”, aseguró, tras resaltar que eso provocará un efecto dominó perjudicial para las familias paceñas.
En ese sentido, pidió al Gobierno que “aplique las medidas anticrisis” y en función a eso saque las compensaciones necesarias. Por ello, instó al Ejecutivo a reunirse y negociar “con los panificadores honestos para mantener el subsidio hasta que se implementen las medidas anticrisis estructurales”.
En medio del conflicto, los choferes ya salieron al frente y advirtieron que, si el precio del pan de batalla se confirma en Bs 0,80, ellos analizarán también un alza en las tarifas del transporte.
Mientras tanto, la población sufre. La falta del pan de batalla generó especulación en los comercios con el producto embolsado que se vende a precios altos.
En medio del conflicto, la Fiscalía emitió una orden de aprehensión contra el dirigente de los panificadores, Rubén Ríos, acusado de hacer un “negociado” con la venta de harina a la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) que luego revendía el producto a precio más bajo a los propios panificadores.
La semana se inicia con el conflicto latente por el pan de batalla.


