La distensión reciente entre el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, obliga a los demás países a replantear su posición en el mapa. En el caso de México, aunque los mercados de bolsa y forex reaccionaron con igual euforia que en cualquier otro país, el acercamiento entre Washington y Pekín tiene el potencial de moderar el fenómeno que más lo favoreció en los últimos años, el nearshoring.

El presente de México depende del nearshoring

Ya en el primer mandato de Trump en 2018 las empresas estadounidenses empezaron a mover sus plantas industriales desde Asia hacia América del Norte, como una respuesta a los aranceles impuestos a los productos chinos. 

México se convirtió en el principal ganador de esa tendencia que implicaba para las empresas evitar todo tipo de sobrecostes. La proximidad geográfica con Estados Unidos, el tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y la mano de obra competitiva lo posicionaron como el sustituto natural de China en múltiples sectores industriales.

Además de mano de obra a bajo costo, México cuenta con capital humano calificado en sectores como el automotriz, electrónico y de semiconductores al tiempo que la cercanía reduce costos logísticos, evita la inversión en buques para cruzar el océano y reduce tiempos de respuesta y de entrega de los productos, en definitiva.

Aun así, su atractivo está amenazado por el el reciente acercamiento entre Trump y Xi Jinping, que podría alterar el ritmo de esta reconfiguración. Si las fábricas chinas recuperan acceso privilegiado al mercado estadounidense, algunas inversiones previstas en territorio mexicano podrían postergarse.

Los aranceles a México, postergados

La cercanía con Estados Unidos es a la vez santo y cruz de México. La dependencia de la economía mexicana con el "gigante del Norte" y las cuestiones sociales (que exceden lo económico) operan en su delicada relación como aliados. 

En julio, Trump amenazó con imponer un arancel del 30% a todos los productos mexicanos, alegando “barreras no arancelarias” al comercio, a cambio de medidas sociales.

Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum confirmó hace pocos días que Washington concedió una nueva prórroga para evitar que esa medida entre en vigor más allá del 1 de noviembre, la fecha original.

Trump ya había impuesto un gravamen del 25% a las importaciones mexicanas fuera del marco del T-MEC, lo que obligó a las empresas nacionales a reestructurar sus procesos para cumplir con las normas del tratado y esquivar los aranceles.

Según la Secretaría de Economía, cerca del 90% de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos ya se encuentran protegidas por el acuerdo trilateral, lo que reduce el margen de maniobra para futuras sanciones comerciales. Aun así, la amenaza arancelaria persiste como herramienta política.

Acuerdo y júbilo en los mercados por el fin de la “guerra comercial” con China

Más allá de lo estrictamente bilateral, México también podría verse afectado por el acuerdo entre Estados Unidos y China. Tras el anuncio, los principales índices de Wall Street (S&P 500, Nasdaq y Dow Jones) cerraron en máximos históricos, mientras que el índice europeo STOXX 600 también tuvo un momento de euforia. 

De hecho, el llamado “indicador del miedo” VIX cayó a su nivel más bajo en un mes, como un reflejo de la fuerte reducción de la volatilidad generada durante semanas anteriores.

Para los analistas, la expectativa de un acuerdo sólido motoriza la confianza, aunque, asimismo, advierten que la situación sigue siendo frágil y podría revertirse a golpe de tuit.

Se evita el arancel del 100%

En la “letra pequeña” del acuerdo, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, confirmó que Washington evitará aplicar el arancel del 100% previsto para noviembre contra la potencia asiática. De la misma forma, China suspenderá durante un año sus restricciones a la exportación de tierras raras, minerales esenciales para la industria tecnológica. 


Pekín, además, reanudará la compra de soja estadounidense, interrumpida desde el inicio de la guerra comercial, en una medida que alivia a los agricultores del Mid-West, uno de los bastiones del voto trumpista.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) celebró la distensión y destacó que la economía china ha mostrado “una resistencia mayor de la prevista” pese a la debilidad de su demanda interna. Según su último informe, el crecimiento del gigante asiático se mantendrá en torno al 4,8% en 2025 y 4,2% en 2026.

Principio de acuerdo por TikTok

Otro de los puntos donde hubo acuerdo, al menos preliminarmente, tiene que ver con el futuro de TikTok. En 2020, Trump llegó al punto de amenazar con prohibir la aplicación, pero su postura cambió después de aprovechar la plataforma en su campaña de 2024. 

Bessent confirmó que el acuerdo incluye un “marco final” para las operaciones de la red social en Estados Unidos, con la promesa de que seis de los siete puestos en la junta directiva serán ocupados por ciudadanos estadounidenses.

Al margen de esta negociación con China, Washington ha firmado acuerdos marco con Camboya, Tailandia y Vietnam, en una estrategia de diversificación comercial que busca reducir su dependencia del rival en Asia.